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Tener fe en Cristo significa confiar totalmente en Él: confiar en Su poder, inteligencia y amor infinitos, lo cual incluye creer en sus enseñanzas.

Ha pasado que sentimos un amor tan grande por Dios que queremos empezar a conocer más sobre Él, pero no sabemos cómo hacerlo. Clara Cuevas nos comparte algunos consejos para iniciar…

Es realmente conmovedor el momento en el que conocemos a Dios porque descubrimos lo que significa amar y ser amados; es en ese primer encuentro en donde queremos saber más sobre Él.

 

 

Conocer más sobre la fe

Por este motivo, se consultó a Clara Cuevas, una influencer católica que, gracias a su experiencia de conversión, decidió conocer más a Dios. Ahora ella nos comparte estos sencillos consejos para iniciar en la formación espiritual cristiana:

TENER UN DIRECTOR ESPIRITUAL

Obtener la guía de una persona puede ser realmente beneficioso para saber por dónde empezar. Generalmente, se sugiere el apoyo de un sacerdote, el cual puede ser tu confesor, pero también puede ser un religioso o laico consagrado.

El objetivo es encontrar una persona que tenga un buen bagaje de formación espiritual para que pueda aconsejarte, darte lecturas y meditaciones, entre otras cosas.

«Querer llevar la fe solo, es querer llevar las tentaciones enfrente. Dios nos manda a estar y ser una Iglesia».

ENCONTRAR A DIOS POR MEDIO DEL HOBBIES O PROFESIÓN

Si es el arte, la escritura, matemáticas, ciencia… Realmente hay una misión para cada miembro de la Iglesia, en especial cuando se trata de la actividad a la que nos dedicamos. Clara propone que busquemos: «¿cuál es mi llamado desde donde me toca actuar?»

Incluso podemos encontrar respuestas a través de nuestros hobbies. Un ejemplo es la actividad de la lectura, que nos permitirá consultar encíclicas, exhortaciones y otros documentos de la Iglesia.

TAREAS PRÁCTICAS PARA NUTRIR LA RELACIÓN CON CRISTO

Clara nos recomienda indagar en herramientas atractivas para nosotros como: leer el Evangelio diario, escuchar un podcast católico (acerca de historia, apologética y vida de santos), frecuentar la Eucaristía y rezar el Rosario.

Esto nos ayuda a encauzar los grandes ruidos de la cotidianidad para poder realmente escucharlo y tener un mejor entendimiento de Dios a la hora de buscar información acerca de Él.

SABER SER PACIENTES Y CONSTANTES

La conversión es un actuar diariamente. Todos los días tenemos la oportunidad de ser santos. Al principio va a ser fácil estar en el camino, pero cuando se va acabando la motivación, podemos caer en el desánimo.

Es importante recordar que la fe es gradual y emocionante, porque ahora conocerás a Dios de una manera más personal. Ten paciencia y aprende poco a poco sobre Él.

Alerta a las tentaciones

El diablo tenderá a recordarte tu pasado, el entorno de donde venías, y aunque puede ser agobiante, es muy lindo reconocer con humildad lo que se vivió y agradecer por esta oportunidad que Dios te está brindando.

«Te basta mi gracia, ya que la fuerza se pone de manifiesto en la debilidad» (2 Cor 12, 9)
Habrá distracciones en el camino, porque las circunstancias de la vida harán más complicado estar en contacto con Dios, pero debes de establecer un horario y momento para reforzar esa relación.

Y algo curioso -que en ocasiones pasa- es que al convertirse se genera una división, un pequeño ego en el que nos podemos sentirnos superiores que los otros, porque nosotros ya tenemos a Cristo. No hay que perder el suelo, debemos ser humildes para evangelizar a los demás.

Formarnos para entregarlo a los demás

«Ya no es como antes de ‘no te puedo decir hasta que lo vivas’, sino que ahora tenemos que llegar con el spoiler». (Clara Cuevas)

La fe no es pra vivirse de manera solitaria, en comunidad. San Josemaría Escrivá habló sobre el apostolado en la amistad y nos indica que, para poder compartirle el amor de Jesús al otro, debes conocerlo primero; saber por dónde presentar a nuestro Señor.

 

 

Escrito por: Yohana Rodríguez, vía Aleteia.

 

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