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Los hijos nos enseñan a vencer el egoísmo propio del ser humano, al tenerlos no se abandonan metas personales, más bien ellos nos impulsan.

En ese mismo escrito se asegura que no se puede garantizar la seguridad en el colegio ni en la casa. ¿Y sin hijos sí? Si eso fuera así solo nos matarían o atracarían a los padres de familia.

También indica que nada le garantiza que ese hijo estará con usted en la vejez. ¿De dónde sale ese concepto? ¿Un hijo es para velar por su vejez? Con todo respeto se equivoca, un hijo debe formar su vida, salir, buscar su futuro, construir y realizar su proyecto de vida, no quedarse a su lado siempre.

Citando el mismo blog, se afirma que es un «loco el que tenga hijos». Les respondo que sí, es una hermosa locura tener hijos, amarlos, entregar la vida, vivir, respirar, sentir por y para ellos. 

Respeto la decisión de aquellas personas que por propia voluntad deciden no tener hijos por «sus metas, sus apartamentos, sus viajes y sus joyas». Pero que no consideren que son más felices y mejores sin hijos.

No los tienen así que no saben si es mejor o más fácil. Son felices con sus cosas; nosotros, los padres de familia, somos felices con nuestros hijos, con nuestras cosas, con nuestras metas. No los voy a invitar a que tengan hijos, pero si los animo a que miren con respeto a quienes los decidimos tener. Yo vivo feliz entre sonrisas, pañales, juegos y mimos; alegre entre personas.

 

 Vía Píldoras de Fe

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