Rebeca Barba: «cuando hay más oscuridad brilla más una luz aunque sea pequeña».
Rebeca Barba es una hija más de Dios, es lo más importante, pero soy la hija mayor de tres hermanos y mis padres viven en Querétaro, México. Estoy consagrada a Dios en una sociedad apostólica de la Iglesia Católica que se llama Regnum Christi y, es un movimiento de laicos con diversos compromisos y tengo una completa consagración a Dios con votos de castidad, pobreza y obediencia, viviendo en una comunidad y, en este mes de agosto cumplo 36 años de consagrada, ¡Gloria a Dios!
¿Por qué te consagraste tan joven?
Riendo dice: No sabía lo que hacía, pero Dios necesitaba llamarme así, porque sino al final no iba ya a hacerle mucho caso. Pero hoy sé lo que hago, hoy no me arrepiento, hoy agradezco el camino de Dios que me sacó de mi casa a los 15 años para seguirlo, me siento muy plena de haberle entregado mi vida y seguir dándosela cada día en el servicio de la evangelización.
Tengo una titulación en Pedagogía por la Universidad de Anahuac y una Licenciatura en Ciencias Religiosas por el Ateneo Regina Apostolorum en Roma, Italia. Esto es como lo básico para completar el proceso de ser consagrada y después me dediqué a trabajar con los jóvenes.
Luego nació en mí el especializarme y me gradué del Theology of the Body Institute de Philadelphia, USA, donde me especialicé en el tema de la Teología del Cuerpo. Luego de esto llegue al John Paul II Healing Center en Tallahassee, USA donde completé un curso de Sanación e Intercesión.
¿Cómo llegaste a vivir el concepto de la Teología del Cuerpo?
Una vez que ingresé a prepararme para ayudar a las personas a sanar, es cuando descubro que primero uno debe aprender a ayudarse a sí mismo, saber acomodar su historia y saber sanar. De alguna manera Dios me encaminó a estos dos temas, Teología del Cuerpo y Sanación.
Durante la pandemia me dediqué a hablar de estos temas en las redes, empecé un canal de Youtube, para explicar las catequesis de la Teología del Cuerpo, esto me forzó a abrir un canal de Instagram y luego empezaron a llover invitaciones, porque mucha gente quería formarse.
Si bien, al inicio todo era de forma casera, igual quien me pidiera el curso, yo aceptaba fueran de Argentina, Estados Unidos, España, Uruguay, matrimonios, solteros, divorciados, esto por dos años. Es luego de eso que me contacta una pareja de Paraguay para evangelizar y son ellos los que realmente tienen la fórmula para brincar y colocar este mensaje a un nivel profesional.
Esto me ha llevado a ser testigo de lo que el mundo realmente necesita, tantos corazones rotos que en estos dos mensajes están encontrando mucha esperanza.
Estoy convencida de que es una llamada fuerte y tengo la certeza de esta misión que estoy predicando. Si funcionó en mí y si me convirtió a mí, estoy segura de que puede sanar y convertir y ayudar a muchos más.
De manera sencilla ¿cómo explicar la Teología del Cuerpo?
Para explicarlo de la manera más sencilla podría decir que son las catequesis que Juan II pronunció al inicio de su pontificado (desde 1979 hasta 1984). Era un libro que ya había escrito y que no alcanzó a publicar, porque fue nombrado Papa, es así que cada miércoles él se dedicaba a dar un capítulo en sus pronunciamientos públicos en la Plaza de San Pedro, principalmente dirigidos a la virginidad cristiana y a los matrimonios. Pero los principios que se manejan pueden aplicarse por cualquiera, para entender su identidad y construir la civilización del amor con la que tanto soñó Juan Pablo II.
Cuando te adentras en estas catequesis vas descubriendo que es mucho más que hablar del amor y de la identidad, hay verdades de la fe católica muy bien expresadas. George Weigel en su libro Juan Pablo II: El final y el principio describe a la Teología del Cuerpo como una bomba atómica que está a punto de explotar con consecuencias impresionantes en la lectura que es el credo de la fe católica.
¿En qué beneficia a la persona la Teología del Cuerpo?
Todo católico debería descubrir este tesoro, es quizás le explicación más profunda y a la vez más aplicativa para tu vida de una fe muy del deber y del cumplir, para abrirnos a algo que es atractivo, que da vida, que motiva a tener una relación viva con un Dios que no quiere que cumplas tanto, sino que lo ames, y ese amor te ayudará a cumplir sus mandamientos. Es como si te pusieras unos lentes, que te hacen ver una fe que nos fue impuesta, y que cada uno por convicción personal quisiera abrazarla y defenderla, para de esta manera poder irradiarla a tantos que mueren por falta de Cristo.
A todo católico le debería interesar que les expliquen quién es bajo la mirada de Dios y saberte profundamente amado, que es la gran necesidad de las personas hoy.
El mundo se cambia de persona a persona, cuando un corazón se cambia hacia el amor a Dios y luego empieza a poder vivir en serio ser un don para el otro, vivir en comunión de amor, aprender a perdonar al otro, entender que somos más imagen de Dios en los momentos de comunión de amor que en los momentos de estar solos. Hoy el mundo nos lleva hacia un individualismo de una manera enfermiza.
Desde mi experiencia personal mi primer gran tesoro es no solo saber que soy amada, sino hacer que esa verdad que me han repetido tanto, baje a mi corazón, me llene de una paz y alegría que el mundo no puede dar.
En vez de tener gente más feliz, tenemos personas con corazones desgarrados y rotos, que han sido heridas desde la infancia porque no sabemos amar… hay una gran necesidad de amor en el mundo.
Estamos viviendo una era que promueve el egoísmo, ¿es la Teología del Cuerpo una respuesta?
La Teología del Cuerpo llega como una respuesta no solo al egoísmo, sino también a todas las crisis que sufre el ser humano. La corriente más fuerte hoy en día es la ideología de género, que pone en riesgo la propia identidad de las personas. Todo se empieza a ver distinto cuando lo ves desde la mirada de Dios y no la del mundo.
En esta misma línea hoy hay una presión por tener más conocimiento para ser mejores profesionales, pero ¿cuándo hablamos de ser mejores personas?
Si tuviéramos más gente preocupada de ser mejor, el hacer sería secundario y hermoso, edificaría e iluminaría, pero el mundo en que vivimos nos ha reducido a pensar en que valemos en la medida de lo que producimos o de los que hacemos. Las personas no saben quiénes son.
Si tú no entiendes quién es la persona humana y su grandísima dignidad, no vas a entender del comportamiento que le corresponde. La persona humana es un misterio complejo que siente y actúa desde una forma de ser persona, que es varón o mujer.
Una luz en medio de la oscuridad
Es el título de la charla que estaré dando en Guayaquil el 22 de julio, es un intento de resumir en 10 grandes pinceladas lo que puede dar la Teología del Cuerpo a lo que está viviendo el mundo hoy.
La desesperanza es una de las grandes enfermedades que está atacando hoy, pensamos que todo es oscuro, que el enemigo ganó la batalla, que ya no hay nada que hacer, que ya se acaba el mundo y nos cruzamos de brazos. Esa actitud derrotista no es propia de un cristiano, porque Cristo ya triunfó sobre la muerte y nos abrió las puertas del cielo, que es la meta de todo cristiano.
«No importa lo que diga el mundo, yo me estoy fortaleciendo y comprometiendo con un Dios vivo, la vida se pasa muy rápido y esta vida es para aprender a amar», Rebeca Barba.
Escrito por: Arcadio Arosemena Robles.
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