Una de las enfermedades visuales que más afecta tanto a hombres como a mujeres es el glaucoma. Conoce cómo prevenirla.
El glaucoma es una neuropatía óptica multifactorial progresiva, la cual conlleva un daño de la visión periférica, y según la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha provocado ceguera a un promedio de 4.5 millones de personas alrededor del mundo que la padecen.
Esta patología se produce por un daño al nervio óptico, que es el responsable de transmitir la información visual desde la retina al cerebro, y que generalmente es ocasionado por el aumento de la presión en el ojo. Esto tiene como consecuencia un drenaje insuficiente de líquidos, lo cual puede causar ceguera permanente.
En la mayoría de casos, los pacientes no presentan síntomas sino hasta una etapa avanzada de la enfermedad, lo cual implica un alto riesgo a su salud visual.
Recomendaciones para prevenir el desarrollo de el glaucoma
Presentamos a continuación 5 recomendaciones para prevenir el desarrollo de esta patología:
1. Cuidar la presión ocular
La presión intraocular se refiere a aquella que ejercen los fluidos dentro del ojo. Cuando es muy alta, constituye un factor de riesgo importante para la generación de glaucoma.
Lo recomendable es realizar una revisión anual de la presión ocular, especialmente en personas mayores de 40 años, debido a que el líquido ocular, no drena lo suficiente con el paso de los años, lo que aumenta la presión en el interior del ojo.
Estas revisiones son esenciales, principalmente porque el aumento de la presión intraocular usualmente pasa desapercibido, por lo que el paciente no podrá detectarlo sin la ayuda de equipos y médicos especializados.
2. Proteger a los ojos de lesiones
Existe un tipo de glaucoma denominado “glaucoma traumático”, que ocurre producto de una lesión al ojo, y que puede desarrollarse inmediatamente después del evento, o inclusive años después de haber sucedido.
Debido a las circunstancias en las que suelen suceder estas lesiones, la sugerencia es usar gafas de protección al practicar deportes o realizar actividades que puedan poner en riesgo estos órganos. Más del 90% de las lesiones en los ojos se pueden prevenir mediante el uso de protección ocular adecuada.
3. Mantener una dieta saludable
En medida de lo posible, se debe mantener una dieta saludable, rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, ya que una alimentación equilibrada puede ayudar a prevenir el glaucoma y otros problemas de salud.
Es preferible evitar los alimentos ultraprocesados, debido a que son altos en sodio, azúcar y grasas saturadas, por lo cual promueven la retención de agua, y elevan el azúcar en la sangre y la presión arterial, afectando el correcto desarrollo de vasos sanguíneos en el tejido ocular, lo que puede afectar gravemente a nuestro organismo.
4. Controlar otras enfermedades
Enfermedades como la diabetes y la hipertensión arterial aumentan considerablemente el riesgo de glaucoma, por lo cual es importante que, en caso de padecerlas, se sigan las recomendaciones del médico para mantenerlas bajo control.
Esto debe ser incluso más prioritario para aquellos pacientes cuyas familias tengan antecedentes de glaucoma, ya que esta es una enfermedad hereditaria.
5. Acudir a consultas oftalmológicas periódicas
Adquirir el hábito de someterse a revisiones regulares con un oftalmólogo es clave para prevenir el glaucoma (y otras patologías visuales) en una etapa temprana. Aunque esta enfermedad no tiene cura, puede prevenirse y, en caso de ser detectada a tiempo, tratarse adecuadamente para evitar consecuencias severas como la ceguera permanente.
Fuente: Dra. Rosita Aguirre, Cirujano Oftalmóloga Especialista en Segmento Anterior y Glaucoma de la Clínica Andes Visión.
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