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La automedicación es una práctica que, de acuerdo con información del Ministerio de Salud, sufre el 50% de la población ecuatoriana en el área urbana que puede comprometer la vida de las personas. 

El Ministerio de Salud Pública ha revelado que en la actualidad el 50% de la población ecuatoriana del área urbana se automedica y un 63% en el área rural. Entre los medicamentos más comunes para esta práctica están: analgésicos, antiinflamatorios y antibióticos.

El Dr. Gregory Celis, investigador clínico y director médico de Laboratorios Bagó menciona que “se considera automedicación al uso de medicamentos por iniciativa propia, sin ningún tipo de receta médica, comprometiendo, en muchas ocasiones, la vida del paciente”.

Lo que muchos pacientes no saben es que el uso racional de medicamentos contempla la dosis correspondiente en el tiempo adecuado, en concordancia con las necesidades clínicas y requisitos individuales. Por lo que por más “inofensivo” que parezca el medicamento, siempre es necesario consultar con su médico de cabecera. Un simple dolor puede ser el inicio de algo mucho más grave y al automedicarse se puede interferir en el correcto diagnóstico de la enfermedad.

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Efectos más comunes de la automedicación:

  • Hemorragias intestinales: Los analgésicos es uno de los medicamentos que con mayor frecuencia se utilizan en automedicación, que podría causar al paciente hemorragias intestinales.
  • Resistencia bacteriana: El uso de los antibióticos es el segundo grupo de fármacos más utilizado en la automedicación, originando la aparición de resistencia bacteriana en el paciente y provocando un gran problema de salud pública porque las bacterias pasan esa resistencia de generación en generación bacteriana.
  • Intoxicación: Las dosis son uno de los mayores peligros en la automedicación, pues en caso de administrarse medicinas sobre los rangos aceptados como terapéuticos existe posibilidad de sobredosis y si se administran en dosis inferiores a las necesarias, es probable que no se produzca el efecto deseado.
  • Empeoramiento de la enfermedad: Al no conocer con detalle las propiedades de los medicamentos y las dosis necesarias para contrarrestar la enfermedad, la automedicación puede ser el peor enemigo, porque agrava la patología.
  • Problemas cardiovasculares, cerebrovasculares y renales: Los medicamentos en dosis incorrectas y administrados por equivocación o por desconocimiento pueden generar daños al corazón, los vasos sanguíneos, el cerebro y el riñón.
  • Reacciones alérgicas: Si una persona se automedica corre el riesgo que los excipientes de los medicamentos le generen alergia, poniendo en riesgo su vida.

Si bien es cierto que existen medicamentos de venta libre, como analgésicos, vitaminas y productos homeopáticos; es importante controlar el consumo de estos fármacos ya que la salud de la persona podría ser la única afectada. Hoy en día la automedicación es un problema de salud pública mundial. En Estados Unidos, por ejemplo, el número de muertes por sobredosis de medicamentos supera el número de decesos por heridas de bala o accidentes de tránsito, informó la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de los Estados Unidos.

Por: Gabinete de Prensa de Bagó Ecuador
Taktikee Consultores de Comunicación.

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