Repentinamente se abre el telón y una multitud de personas con vestimenta de época renacentista aparece, en medio de sus quehaceres cotidianos, en una ciudad activa; la trágica historia de amor de los amantes de Verona, cobra vida en el Teatro Sánchez Aguilar. Dirigida por Jaime Tamariz, la obra teatral Romeo + Julieta se estrenó el pasado jueves 21 de julio y estará un mes en escena hasta el 21 de agosto.
La protagonista, María Clara Ambrosini, de 18 años, reconocida por su trayectoria en ballet, impresiona a la audiencia por su emotividad y presencia en escena, pese a no contar con experiencia en la interpretación de un personaje con diálogo. Su actuación es promisoria junto a la de su par, Eduardo Maruri, de 20 años, quien también revela su capacidad actoral para adecuarse a elementos exigentes de la producción como el esgrima y el ballet. El director y el elenco recibieron una generosa ovación, en especial las actuaciones de Itzel Cuevas como el Ama de llaves, Aaron Navia como Mercucio, Sebastián Perdomo como Benvolio, Marina Salvarezza como la Alcaldesa y el grupo voluntario de actores secundarios conformado por estudiantes de la Universidad Casa Grande.
Comentarios posteriores del público relievaron con objetividad el dinámico escenario, producto de la adecuada sincronización de los elementos de iluminación y sonido en la danza mascarada dirigida por el bailarín, coreógrafo y director madrileño Chevy Muraday y en las escenas de esgrima preparadas por Karen Gómez. En una apreciación de conjunto, también se destaca positivamente la sencilla estructura escenográfica circular móvil, inspirada en el famoso Shakespeare’s Globe de Londres, que logró evitar interrupciones en la trama, sutilmente manejada por los personajes que entran y salen de escena. Y es notable el diseño sonoro y la composición musical de Juan José Ripalda, con carácter futurístico, ejecutados parcialmente en vivo.
Tras varias temporadas de obras teatrales en respuesta a la demanda de entretenimiento tradicional, con El Cascanueces, Peter Pan y El Mago de Oz, se puede considerar audaz y acertada la propuesta del Teatro Sánchez Aguilar al presentar una obra de Shakespeare y ser ellos quienes ahora demandan mucho más del espectador. Con los clásicos arquetipos de Romeo y Julieta, envían un mensaje desafiante frente a heredadas disputas familiares que aún hoy lesionan nuestra convivencia, sobre todo entre los jóvenes. De hecho, Tamariz ha comentado que “la obra es protagonizada por jóvenes y está dirigida a jóvenes”.
Adaptación de la obra
La escritora Denise Nader fue la encargada de la adaptación de esta obra teatral. En una entrevista, ella comparte su experiencia de trabajo.
Por: Daniela Arosemena
Lic. en Estudios Críticos y Visuales de Arte
