Semana Mundial de la Lactancia Materna: hay que romper barreras para una lactancia exitosa.
Del 2 al 7 de agosto se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia Materna, destacando el impacto de esta actividad en el desarrollo y la salud de los recién nacidos.
Según la Organización Mundial de la Salud, se estima que cerca de 2,7 millones de niños padecen de desnutrición debido a una alimentación inadecuada en sus primeros meses de vida. La organización afirma que los primeros dos años son cruciales, y que una lactancia materna adecuada podría salvar la vida de más de 820,000 niños menores de cinco años cada año.
La Alianza Mundial para la Acción a favor de la Lactancia Materna (WABA, por sus siglas en inglés), para este año organiza la Semana Mundial de la Lactancia Materna, centrada en el concepto: «Cerrando la brecha: apoyo a la lactancia materna en todas las situaciones». La consigna subraya la importancia de que todas las madres puedan amamantar con éxito a sus hijos, independientemente de sus circunstancias.
La doctora Verónica Delgado, especialista en Pediatría y Neonatología del Hospital de los Valles, señala que el índice de abandono de la lactancia durante las primeras tres semanas es alarmantemente alto. Entre las causas más probables están la falta de información y apoyo a las madres.
“La lactancia, cuando se realiza adecuadamente, es la única fuente de alimento del recién nacido, proporcionando una infinidad de nutrientes necesarios para su desarrollo físico, emocional, psicológico y nutricional. Por ello su relevancia de que esta se realice de manera adecuada”.
Beneficios de una lactancia exitosa
La especialista destaca los múltiples beneficios de una lactancia correcta tanto para el bebé como para la madre:
Beneficios para el bebé
La leche materna contiene anticuerpos que protegen al bebé de enfermedades infecciosas, alergias, asma, diarrea y otras enfermedades.
La lactancia reduce el riesgo de obesidad, ya que la leche que el bebé consume es autorregulada.
Ayuda al desarrollo correcto de la mandíbula, los dientes y el lenguaje a través de la succión y deglución.
Promueve el desarrollo de los sentidos del bebé y su adaptación a su nuevo mundo.
Facilita la eliminación del exceso de bilirrubina a través de las heces, reduciendo el riesgo de ictericia.
Beneficios para la madre
La lactancia materna contribuye a la salud de la madre inmediatamente después del parto, disminuyendo el riesgo de hemorragias posparto, retrasando el retorno de la fertilidad y reduciendo el riesgo de diabetes tipo II, cáncer de mama, útero y ovarios.
Amamantar ayuda a perder peso, quemando entre 450 y 500 calorías al día.
Estimula la producción de prolactina, una hormona que produce la leche y que ayuda a la sensación de calma y relajación, mejorando el sueño tanto de la madre como del bebé.
Libera la hormona oxitocina, que ayuda al útero a regresar a su tamaño normal rápidamente y reduce el sangrado posparto. Esta hormona también fomenta la satisfacción emocional y el apego entre la madre y el bebé.
Amamantar genera una sensación de satisfacción física y emocional en la madre, aumentando su autoconfianza.
La especialista recomienda que las mujeres conozcan todos sus derechos como madres lactantes y los de sus bebés. Para las trabajadoras bajo relación de dependencia, tienen derecho a 84 días de asueto una vez nacido el niño, además de 2 horas de lactancia pagadas durante 15 meses, y la opción de solicitar un año de licencia sin paga. Además, es crucial que las empresas dispongan de un área de lactancia para apoyar a las madres en este proceso y facilitar su integración laboral.
“La lactancia es un acto invaluable y de gran relevancia para el ser humano, por lo que debe recibir la importancia necesaria en todas las instancias posibles, desde el entorno laboral hasta el social, contribuyendo a que se lleve a cabo con responsabilidad y que las madres sientan el respaldo necesario”, puntualiza la pediatra.
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