Siempre será mejor prevenir que lamentar y más si tiene que ver con la seguridad de nuestros hijos, en especial en el periodo vacacional.
Si bien los hábitos de seguridad para los jóvenes tienen el principio desde la niñez tuteladas por nosotros los padres, pero en la adolescencia el riesgo se incrementa, a medida que se diluye el control de observación y supervisión permanente, motivado a que los adolescentes comienzan a experimentar relaciones interpersonales que día a día se van independizando de nosotros.
Es el momento de establecer una comunicación con los adolescentes de una manera franca, abierta y constante acerca de los riesgos que se presentan en su entorno, con la finalidad de minimizar su vulnerabilidad y convertirse en víctimas.
El período vacacional es uno de los momentos propicios para refrescar la conducta al respecto, puesto que hay la tendencia al factor de la distracción que motiva el descenso de las alertas de seguridad planteadas.
Recomendaciones de seguridad
A continuación, algunas recomendaciones que siempre debemos tenerlas presentes:
- Refresquemos a nuestros hijos los límites y normas de disciplinas establecidas en el hogar.
- Instrúyalos a no compartir información a ninguna persona relacionadas a la dinámica económica familiar, tales como: transacciones de dinero, compras/venta de bienes, ingresos profesionales u otros.
- El principio de honestidad inculcado a nuestros hijos y la debida utilización de la telefonía celular es favorable en estos tiempos, puestos que éstos siempre deben informar y los padres debemos saber quiénes son los amigos y lugares que frecuentan, actividades recreacionales que realizan, la hora a la que retornarán a casa. Es importante que definan de forma conjunta un parámetro de tiempo que debe reportarse de manera habitual, al llegar al lugar de reunión o al retirarse de ésta, si hay algún cambio de planes de última hora. Toda esta información nos referirá que nuestros hijos se encuentran bien.
- Concienticémoslos que estamos en tiempos de no exponerse a AVENTURAS, tales como: pedir o aceptar aventones de extraños, concurrir a citas a ciegas con personas desconocidas contactadas a través de las redes sociales, aceptar obsequios o bebidas de personas extrañas.
- Indíqueles que deben ser precavidos si acaban de conocer a alguien, evitando: llevarlos a su casa, ir a la de éstos, acudir a lugares íntimos, privados o secretos, proporcionarles información personal.
- Recomiéndele el salir siempre en grupos de verdaderos amigos, lo que les permitirá cuidarse y protegerse de manera conjunta.
- Instrúyalos el no buscar sitios oscuros o aislados con su pareja, puesto a que se arriesgan a ser asaltados, secuestrados, sufrir agresiones sexuales o violación.
Otras sugerencias a considerar
Es importante tener presente y aplicar lo siguiente:
- Seamos incansables e insistamos con la alerta al consumo de las drogas y el alcohol. En este particular es clave el entorno de amigos, lugares que frecuentan y el no aceptar ningún obsequio o bebidas de personas extrañas. Hoy en día el internet nos proporciona información actualizada y es imposible ser ignorante a esta problemática que atenta contra nuestra juventud.
- Acostumbremos a nuestros hijos desde temprana edad, evitar visitar lugares o antros nocturnos. Que algún integrante del grupo de amigos no beba ni una sola gota de alcohol, a efecto de revisar la cuenta del consumo de alimentos y/o bebidas, prevenir cualquier riesgo de algún integrante del grupo, estar pendiente de los vasos de bebidas y conducir el automóvil de regreso a sus casas.
- Concientice a su hijo de no divulgar información personal y de la familia relacionada con bienes, lujos, viajes u otros a través de fotografías y textos en las redes sociales. Este tipo de información puede llegar a manos de delincuentes y exponerse a la acción de éstos. Revise regularmente el contenido de las páginas de sus hijos y los comentarios de sus amigos.
Nunca olvidemos
Si bien los padres hemos tomado previsiones de evitar que nuestros hijos porten alhajas o cantidades de dinero importantes, pero hoy consentimos a nuestros hijos con teléfonos celulares de alta gama, exponiéndolos a acciones delictivas para sustraerlos. Es importante establecer en la familia un protocolo que permita informar de manera inmediata cuando a uno de sus miembros se le pierde o le roban el teléfono celular.
Por seguridad instruyamos a nuestros hijos a utilizar y confiar en el teléfono de emergencia local 911, conjuntamente a los protocolos que se definan en el ámbito familiar para afrontar todo evento que pueda verse involucrado.
Finalmente pero no menos importante, debemos seguir apoyando a nuestras autoridades policiales inculcando a nuestros hijos el respeto a éstos con miras a una mejor sociedad.
Escrito por:
Jaime Albuja, Consultor en Gestión Integral de Riesgos.
Celular: +593 991399323
Correo: jaime.albuja2018@gmail.com
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