La familia es la principal fuente de transmisión de los valores religiosos y espirituales. Esta se encarga de acercar los hijos a Dios y enseñarles la fe. Labor que comienza desde las primeras edades. Es por eso que los padres deben invitar a sus hijos a celebrar la Semana Santa y Pascua en familia.
¿Cómo hacer para que vivan el verdadero sentido de esta celebración sin que pase como una semana más de vacaciones?
Estas son nuestras recomendaciones:
Dar ejemplo
Lo primero y más importante, es que los padres demuestren con su ejemplo lo que realmente significa este tiempo. Es decir, que los hijos vean una actitud y un modo de actuar diferente al habitual.
Explicarles el significado
Es necesario explicarles el significado de cada celebración, pero en el lenguaje apropiado para su edad y nivel de comprensión. Los padres pueden valerse de diversos recursos como videos, dibujos y cuentos que han sido adecuados para los más pequeños. Algunos podrían ser:
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Participar en las actividades de Semana Santa
Es muy valioso cuando se participa en familia de las diferentes actividades características de la época. Por ejemplo la visita a los monumentos o las procesiones, conociendo previamente su significado e historia. Habrán otras celebraciones dirigidas al público adulto, y en este caso, resulta más conveniente buscar opciones especiales para los chicos. Asimismo, la creatividad de los padres será clave en esta importante misión.
Llevar las enseñanzas a las acciones
Debido a que la Cuaresma, Semana Santa y Pascua deben ser una vivencia personal y un camino de desarrollo espiritual, eso mismo se les debe transmitir a los hijos. Regalar juguetes y ropa que ya no se usen, compartir un día con niños de escasos recursos, hacer propósitos de mejora personal (orden, disciplina, obediencia, relación con los hermanos, etc.). Lo importante es acercar a los hijos desde pequeños a la vivencia del amor de Jesús.
Esperamos puedan vivir y sentir la Semana Santa en familia. Además, enseñarles a los más pequeños el verdadero significado de estos días que nos apegan más a la fe cristiana.
Vía: LaFamilia.info