¡Un rico menú es al buen chef, como lo que la comunicación asertiva es a un buen administrador de habilidades comunicativas!
Ingredientes:
– Empatía
– Tono de voz
– Afecto
– Percepciones
– Escucha activa
– Lenguaje
PREPARACIÓN:
La mezcla
Poner en un recipiente palabras que transmitan un mensaje claro, abierto y honesto (no callar). Añadir un tono de voz adecuado según las circunstancias siendo éste armónico: sin ofensas y firme de ser necesario. Posteriormente batir para que quede lista la masa.
Cocción
Poner a calentar en una olla todas sus percepciones y mensajes confusos hasta escuchar los puntos de vista de los demás miembros de su familia. Rápidamente retirar antes de que hierva y dañe su relación con el otro. Estar pendientes de escuchar, no responder primero interpretando. Todos tienen derecho a expresar sin distinción de edad.
Ir colocando poco a poco la masa inicial en la olla y mezclar. Evitar poner en lo posible en la receta lo que podría detonar la ira de la otra persona. Tan solo una palabra o frase puede provocar una discusión.
Recomendaciones
Añadir varias cucharadas de abrazos, palabras cariñosas y afecto al gusto para que coja sabor y no pierda su esencia como familia. ¡Y listo! Sírvalo con un acompañante.
Siendo el contexto familiar un espacio donde te expresas más libremente, y donde se manifiestan tus defectos y los rasgos de tu personalidad con más espontaneidad; es donde más uno debe poner en práctica este procedimiento. No se trata de que simplemente se cuente con los ingredientes sino usar las medidas apropiadas. Recuerde que cada uno de los miembros de la familia es un pilar de su hogar y que como estructura necesita firmeza.
La idea no es reservarse lo que uno piensa por evitar un conflicto. No debe pasar que el vaso se va llenando de agua, acumulando lo que se piensa y que se siente, para luego llegar a tope y rebosarlo. Hay que hacerlo de una manera equilibrada. Considera que si tu foco es la empatía, tratarás de cuidar más los otros pasos de la receta. Pregúntate ¿cómo me sentiría yo si recibiera ese mensaje?
Cuando expreses un enojo, siempre dirígete a la acción más no a la persona. Y si alguien está a punto de ebullición, apaga la hornilla con una palabra más blanda. Esto no significará que una de las dos partes tenga la razón. Hay un momento oportuno para exponer tu punto de vista. Todos son responsables del cambio; por tal motivo si hay colaboración, la dinámica familiar va a mejorar, en particular para aquellos que sientan que la masa a veces está blanda y no compacta. Sé el mejor chef de tu familia y practica la comunicación asertiva.
“Ni sumisión ni agresividad. Si el equilibrio es la asertividad” Walter Riso
Por: Psicóloga Valeria Zamora