Dos ministros cristianos en Coeur d’Alene, estado de Idaho (Estados Unidos), podrían enfrentar un castigo legal o ser forzados a vender su capilla matrimonial de casi 100 años, si se niegan a realizar ceremonias de «matrimonio» homosexual.
«Muchos han negado que los pastores serían alguna vez obligados a realizar ceremonias que son completamente opuestas a su fe, pero eso es lo que está sucediendo aquí, y ha sucedido así de rápido», dijo el 18 de octubre Jeremy Tedesco, consejero legal principal del grupo defensor de la libertad religiosa Alliance Defending Freedom.
«El gobierno no debería forzar a ministros ordenados a actuar contra su fe bajo amenaza de tiempo en cárcel y multas criminales», dijo. «La ciudad no puede borrar estas libertades fundamentales y reemplazarlas con coerción del gobierno e intolerancia«.
Tedesco respondió al cambiante clima legal en Idaho, que está amenazando el trabajo de David y Evelyn Knapp, ordenados ministros de la Iglesia Internacional del Evangelio de Foursquare.
Casados durante 47 años, la pareja ha dirigido la Capilla Matrimonial Hitching Post, de 95 años de antiguedad, desde 1989.
Las autoridades de Coeur d’Alene han dicho a los Knapps que su negativa a realizar ceremonias homosexuales en su capilla viola la política anti-discriminación de la ciudad. Por cada día que se rehusen a realizar la ceremonia, se enfrentan hasta a 180 días en cárcel y hasta multas de 1,000 dólares.
La aplicación de la ordenanza anti-discriminación de la ciudad sigue a un mandato de una corte federal que anuló la enmienda constitucional de Idaho, que definió el matrimonio como una unión de un hombre y una mujer.
Alliance Defending Freedom ha presentado una denuncia federal en representación de los Knapps, buscando una orden de restricción temporal contra la ley de la ciudad.
«Si los Knapps se rehusan a realizar una ceremonia homosexual por una semana, se arriesgan a ir a la cárcel por más de tres años y ser multados con 7 mil dólares«, reclama la demanda presentada por Alliance Defending Freedom para proteger el negocio familiar. «Si los Knapps se rehúsan a realizar una ceremonia homosexual por 30 días, se arriesgan a ir a la cárcel por más de 14 años y ser multados por 30 mil dólares. Si los Knapps se rehusan a realizar una ceremonia homosexual por un año, se arriesgan a ir a la cárcel por 180 años y ser multados por 365 mil dólares».
La empresa de los Knapps que opera la capilla, Hitching Post Weddings, dice en su documento fundacional que el negocio busca promover el matrimonio bíblico.
Las ceremonias religiosas de la capilla invocan la bendición de Dios sobre los recién casados, y citan la Biblia alentando a la pareja a tener un matrimonio exitoso.
Las parejas casadas en la capilla reciben un CD con dos sermones sobre el matrimonio, y reciben recomendaciones de muchos libros cristianos sobre el matrimonio. Los Knapps cobran una pequeña tarifa por los matrimonios en su capilla.
«La ciudad tiene graves deficiencias en su fundamento jurídico, y nuestra demanda busca asegurar que la libertad de esta pareja de adherirse a su propia fe como pastores esté protegida, de acuerdo al propósito de la Primera Enmienda».
La demanda argumenta que la aplicación de la ley por parte de la ciudad viola el Acta de Restauración de la Libertad Religiosa de Idaho.
En declaraciones en mayo de este año a la estación de noticias KXLY de Spokane, Washington, Donald Knapp señaló que «no puedo unir a la gente en una forma en la que creo que entraría en conflicto con lo que la Biblia enseña».
«No odio a esas personas. No creo que nadie debe jamás ser abusivo o tratarlos mal o nada como eso, pero no puedo, con la conciencia tranquila, unir a una pareja así», dijo.
Los Knapps dijeron en mayo que si la ley los obliga a realizar ceremonias homosexuales, ellos buscarán vender la capilla.
Warren Wilson, un funcionario de la oficina del fiscal de la ciudad, dijo en mayo al SpokaneSpokesman-Review que la capilla «sería probablemente considerada un lugar e alojamiento» que estaría sujeto a la ordenanza anti-discriminación de la ciudad.
Jonathan Scruggs, consejero legal de Alliance Defending Freedom, criticó que las autoridades de la ciudad «de alguna forma esperan que los pastores ordenados accionar un interruptor y apagar toda fidelidad a su Dios y a sus promesas».
Vía: ACI/EWTN