No dejes de leer si ya no eres virgen; existe también una opción para ti ¡y muy buena!
Algunas veces se me han reído por esto. ¡De cuántas cosas me han rayado! De loco, de curuchupa, de zanahoria, hasta de poco hombre (si supieran lo que verdaderamente es ser un hombre).
Sin embargo, gracias a Dios, puedo decir que cuando explico a esas personas las razones por las cuales quiero llegar virgen al matrimonio, siempre terminan respetando y valorando mi decisión.
Quiero explicarte por qué estoy convencido de que vivir la castidad es lo mejor. ¡Quizás te convenzas tú también de hacerlo! No dejes de leer si ya no eres virgen; existe también una opción para ti, y muy buena: no volver a tener relaciones sexuales hasta que te cases, es decir, la virginidad espiritual. ¿Suena a locura? ¡Al menos lee hasta el final!
Cuando estaba en el colegio viví muchas cosas: buenas, malas y otras que no aportaron mucho a mi crecimiento/superación personal. Era un buen deportista, así que viajé bastante dentro y fuera del país. Por otro lado, iba mucho a fiestas y tenía amigos y amigas mayores; tenía mucho contacto con ellos porque tengo hermanos mayores.
En varias de aquellas ocasiones se me presentaron un sinnúmero de oportunidades para “vacilar” con las chicas y sin llegar a mayores, ¡gracias a Dios!. Pero lamentablemente caí en caricias inadecuadas a una muy temprana edad.
“Me presentaron un sinnúmero de oportunidades para ‘vacilar’ con las chicas y sin llegar a mayores”.
Sin embargo, un día me invitaron a una reunión en un grupo católico y me hablaron de esta idea. Me explicaron que los católicos, entre otras cosas, buscamos llegar vírgenes al matrimonio. Comprendí lo hermoso que es la pureza, la castidad y el respeto a las chicas. ¡Yo en ese momento me quedé como loco! ¿Cómo era eso de llegar virgen y no tener relaciones hasta que me case si yo ya estaba buscándolo en ese momento?
Eso era lo que yo creía que estaba bien. Me lo decían mis amigos, hermanos, tíos. Incluso, me creía medio galán y un bacán por eso. ¡Qué confundido estaba!
No voy a alargar la historia, pero quiero compartir un poco de lo que me dijeron. Al principio no me convencía del todo y hasta pensé en dejar de ir, pero las cosas que me decían me llamaban mucho la atención y sus argumentos eran muy lógicos. Hoy me doy cuenta que fue una buena decisión quedarme. Ahora entiendo que eso es lo mejor. Por eso, te quiero compartir parte de lo que aprendí:
1. No eres más hombre por acostarte con más mujeres. La hombría se mide precisamente por lo contrario, por la capacidad de ser fiel a una sola persona y hacer las cosas en el momento correcto.
2. Qué grandioso sería llegar a la noche de tu boda con un gran regalo sin abrir, un regalo que nunca se ha tenido: tú.
3. No es verdad que debes tener relaciones antes del matrimonio “para llegar con experiencia y saber qué hacer en la cama”. ¿Qué esperas? ¿Que cuando te cases tu esposa te enseñe lo que aprendió con otros o viceversa? Algo tan íntimo y bonito guárdalo para aprenderlo con quien compartirás el resto de tu vida.
4. Vivir la castidad ahora te entrena para ser fiel cuando te cases. Te permite ser fuerte de voluntad y ver a tu enamorada o a las chicas como un tesoro.
5. Aunque te suene cursi, ¡llegar casto o virgen al matrimonio te prepara para el amor verdadero! Te enseña a amar porque esperar es parte de esta gran decisión que uno toma en la vida.
6. Hace fuertes y fieles a las parejas de enamorados. Si tienen la fuerza de voluntad para decidir libremente que no necesitan tener relaciones antes del matrimonio, ¿qué obstáculo no podrán vencer?
7. Tener encuentros sexuales con tu enamorada daña la relación, la compromete y condiciona. En nombre “del amor” se usan mutuamente como si fueran cosas, no personas. No te das cuenta, pero pierdes el respeto por ti mismo. Te hace sentir culpable aunque lo niegues.
Es cierto que estas ideas son rechazadas por la mayoría de jóvenes hoy. Ya no se trata solo de los amigos que te tratan de “poco hombre”, ahora hay quienes piensan que no tener relaciones “no es normal” y más aún si estás amarrado. Para todo el mundo los enamorados tienen relaciones sexuales y eso no es verdad. Hay muchas parejas de enamorados que viven su castidad con gran fortaleza y alegría.
“Si ya no eres virgen existe también una opción para ti, ¡y muy buena!”.
Ellos han tomado la decisión libre de llegar vírgenes al matrimonio ¡y qué felices que son! No digo que será fácil. Es posible que la propia enamorada -o enamorado- se vuelva un obstáculo, esté en desacuerdo, te presione y hasta termine contigo por no tener relaciones “como todos lo hacen”; o porque no la besaste y acariciaste de la forma que ella -o él- cree “que es normal”. De ser así, en realidad estás ganando, porque descubrirás que la persona con la que has iniciado una relación no comparte tu forma de pensar en algo muy importante. Será mejor terminar esa relación que no te ayuda a vivir tu ideal.
Por otro lado, puedo garantizarte que si encuentras en tu pareja a una chica que te apoya y comparte contigo la meta de vivir la santidad, estarás dando un paso firme hacia una relación madura que podría llegar a un matrimonio feliz y santo.
Y así podría seguir dándote muchas más razones, muchos más argumentos, pero ya no quiero hacer más largo este artículo. Solo quiero terminar diciéndote que hoy soy una persona feliz con esta opción que he tomado y definitivamente no siento que haya dejado de vivir nada, como a veces dicen algunos. Tú también puedes llegar virgen al matrimonio, o decidir desde hoy a ser casto: ¡nunca es tarde!. Si pones los medios necesarios seguro lo lograrás. ¿Por qué no lo intentas?
Por: Revista Echando Redes