Desde el 9 y 10 de octubre de este año y hasta el año 2023 se llevará a cabo el Sínodo por una Iglesia Sinodal: Comunión, participación, misión.
Durante estos años estaremos reflexionando como Iglesia, entendiendo lo que significa ser una iglesia Sinodal.
¿Qué es un sínodo? En este simpático y muy bien logrado video de Fray Abel de Jesús, entenderemos un poco mejor qué es un sínodo y por qué es tan importante para nosotros.
Durante los últimos años la palabra «sínodo» ha hecho eco no solo en la vida de los católicos sino de los medios de comunicación en general.
Pareciera que esta palabra empezara a emparentarse con la palabra «revolución» o «reforma». Y vaya que algunas veces los llamados sínodos nos han roto los esquemas y también el corazón a muchos fieles.
El papa Francisco llama este año a empezar un nuevo camino sinodal. Un Sínodo sobre la Sinodalidad. Una reflexión profunda sobre lo que esto significa en la Iglesia.
Caminar juntos con Cristo
Como lo explica Fray Abel de Jesús, la palabra sínodo significa «con-caminar». Juntos caminamos, juntos como pueblo de Dios reflexionamos.
Su objetivo, como lo puntualiza Fray «es estrechar lazos entre el papa y sus obispos de todo el mundo y mejorar la vida de fe y de costumbres de la Iglesia en la situación actual con respecto a temas muy concretos».
Un sínodo significa ponerse bajo la guía del Espíritu y reflexionar sobre la enseñanzas de la Iglesia, no para modificarlas o adaptarlas al gusto del público. Ni para votar por ellas democráticamente.
No, en un sínodo se escucha, se vive y se busca interpretar las enseñanzas de la Iglesia de acuerdo a lo que Dios quiere.
De acuerdo a sus enseñanzas y a su voluntad. No de acuerdo a lo que el mundo dicta.
El Papa Francisco, se toma muy en serio esto del camino sinodal. La sinodalidad es algo relativamente nuevo, es hija del Concilio Vaticano II.
Y por lo tanto necesitamos seguir reflexionando como Iglesia sobres este llamado a caminar juntos por el camino que es el mismo Cristo. El camino es Cristo.
Sin miedo
La Iglesia es sinodalidad, camino conjunto del pueblo de Dios. Y en este pueblo somos distintos, cada uno es único, diverso y necesitamos escucharnos todos.
Y en este tratar de escucharnos todos es inevitable que escuchemos cosas que no queremos. Cosas que de plano están mal, que nos asustan, que no las habíamos considerado, en fin.
Lo cierto es que no hay que tenerle miedo al sínodo, hay que temerle a realizar un sínodo desligado de Dios.
Y esto solo podría suceder si nosotros los fieles nos alejamos de Él. Si menospreciamos la oración, la acción del Espíritu Santo, si olvidamos nuestra misión que es la de difundir el Evangelio de Jesucristo.
Tú estás llamado a participar en el sínodo
En este sínodo (y en todos) todo el pueblo de Cristo está llamado a participar. Acerquémonos a nuestras diócesis e informémonos de la manera en que podemos hacerlo.
Pero sobre todo, participa con tu oración, con tu vida de fe, con el propio camino de conversión. Unete al sínodo de la manera en que seas llamado a unirte pero por sobre todo, reza incansablemente porque no nos separemos de Dios, porque sepamos escuchar y seamos dóciles a sus enseñanzas.
Para terminar te comparto esta oración para que la medites y la difundas:
Oración por una Iglesia Sinodal 2021 – 2023
Estamos ante ti, Espíritu Santo, reunidos en tu nombre.
Tú que eres nuestro verdadero consejero:
ven a nosotros,
apóyanos,
entra en nuestros corazones.
enséñanos el camino,
Muéstranos cómo alcanzar la meta.
Impide que perdamos
el rumbo como personas
débiles y pecadoras.
No permitas que
la ignorancia nos lleve por falsos caminos.
Concédenos el don del discernimiento,
para que no dejemos que nuestras acciones se guíen
por perjuicios y falsas consideraciones.
Condúcenos a la unidad en ti,
para que no nos desviemos del camino
de la verdad y la justicia,
sino que en nuestro peregrinaje terrenal
nos esforcemos por alcanzar la vida
eterna.
Esto te lo pedimos a ti,
que obras en todo tiempo y lugar,
en comunión con el Padre y el Hijo
por los siglos de los siglos. Amén.
«El consensus Ecclesiae, no se da por el cómputo de los votos» (Papa Francisco).
Escrito por: Silvana Ramos, vía Catholic-Link.
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