Entre los diversos temas a los que se refiere en la carta dada a conocer hoy, el Papa Francisco decidió que por el Año de la Misericordia todos los sacerdotes del mundo, “no obstante cualquier cuestión contraria”, estarán facultados para perdonar el pecado del aborto.
En el texto dirigido al Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, Arzobispo Rino Fisichella, el Santo Padre señala que ha decidido “conceder a todos los sacerdotes para el Año jubilar, no obstante cualquier cuestión contraria, la facultad de absolver del pecado del aborto a quienes lo han practicado y arrepentidos de corazón piden por ello perdón”.
Por este motivo, prosigue el Papa, “los sacerdotes se deben preparar para esta gran tarea sabiendo conjugar palabras de genuina acogida con una reflexión que ayude a comprender el pecado cometido, e indicar un itinerario de conversión verdadera para llegar a acoger el auténtico y generoso perdón del Padre que todo lo renueva con su presencia”.
Para explicar su decisión el Pontífice afirma que “uno de los graves problemas de nuestro tiempo es, ciertamente, la modificación de la relación con la vida. Una mentalidad muy generalizada que ya ha provocado una pérdida de la debida sensibilidad personal y social hacia la acogida de una nueva vida”.
“El perdón de Dios no se puede negar a todo el que se haya arrepentido».
“Algunos viven el drama del aborto con una consciencia superficial, casi sin darse cuenta del gravísimo mal que comporta un acto de ese tipo”.
El Papa Francisco prosigue su reflexión y resalta que “muchos otros, en cambio, incluso viviendo ese momento como una derrota, consideran no tener otro camino por donde ir. Pienso, de forma especial, en todas las mujeres que han recurrido al aborto. Conozco bien los condicionamientos que las condujeron a esa decisión. Sé que es un drama existencial y moral”.
“He encontrado a muchas mujeres que llevaban en su corazón una cicatriz por esa elección sufrida y dolorosa. Lo sucedido es profundamente injusto; sin embargo, solo el hecho de comprenderlo en su verdad puede consentir no perder la esperanza”.
El Santo Padre precisa asimismo que “el perdón de Dios no se puede negar a todo el que se haya arrepentido, sobre todo cuando con corazón sincero se acerca al Sacramento de la Confesión para obtener la reconciliación con el Padre”.
De acuerdo al derecho canónico solo los obispos y algunos sacerdotes facultados por ellos pueden perdonar el pecado del aborto por la gravedad del mismo, que implica acabar con la vida del ser humano más inocente e indefenso: el no nacido.
En los últimos años diversos obispos han concedido la facultad de perdonar el pecado del aborto a todos los sacerdotes de sus diócesis en tiempos penitenciales como la Cuaresma.
La decisión del Santo Padre se enmarca en la clara perspectiva de hacer que la misericordia de Dios llegue a todos, algo que ha marcado todo su pontificado.
El año de la Misericordia se inicia el 8 de diciembre de 2015 en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción y concluye el 20 de noviembre de 2016 en la Solemnidad de Cristo Rey.