Cada decisión que tomemos en nuestro día a día ayudará o nos alejará de ver cumplidos nuestros objetivos. Aprende a tomar buenas decisiones.
Tomar una decisión es todo un arte, cada día optamos por diferentes cosas incluso en ocasiones no damos pasos importantes debido a la duda. Sin embargo, no hacer o decir, también es tomar una decisión.
Las decisiones tienen una alta implicación emocional, debido a esto tanto la solución de conflictos como la toma de decisiones están relacionados con la gestión de emociones. Para esto lo más básico y al mismo tiempo complejo, es el autoconocimiento.
Si reconocemos qué estamos sintiendo y para qué llegó esta emoción, seguramente podemos activar la razón y así tomar acciones efectivas.
Aspectos a tener en cuenta antes de tomar una decisión
Uno de los pasos importantes es reconocer qué sentimos y la función de este, por ejemplo, la rabia llega con la misión de poner límites de forma asertiva, el miedo llega para protegernos, la alegría para disfrutar de las cosas lindas que nos sucede, la tristeza nos ayuda a reflexionar.
¿Pero qué sucede cuando esta emoción se desborda? La respuesta es sencilla, el desborde lleva a la explosión de la conducta, por lo tanto, las decisiones e implicaciones pueden ser nocivas.
Además del autoconocimiento, es necesario plantearnos escenarios y estos se activan después de hacernos preguntas como: ¿qué pasaría si lo hiciera?, ¿qué pasaría si no lo hiciera?, ¿la decisión que estoy tomando me afectaría de manera positiva o negativa?
Además de las preguntas es necesario que las decisiones que estoy tomando se evalúen con base en consecuencias a corto y largo plazo, por ejemplo, tengo una necesidad importante y para esto voy a decidir vender mi casa, a corto plazo pude suplir la necesidad, pero ¿qué generaría a largo plazo?, ¿tal vez personas que quiero y yo mismo terminaríamos afectados con esta decisión? ¿O tal vez esta decisión implicaría más problemas?
Con lo anterior nos podemos dar cuenta que nuestro cerebro está perfectamente diseñado, con nuestro hemisferio derecho nos emocionamos, imaginamos y creamos un sueño. Con nuestro hemisferio izquierdo planificamos, aterrizamos la idea, y con este plan pasamos a la acción, lo que nos deja claro que una decisión no puede estar basada solo bajo la emoción, es necesario que venga acompañada de la razón.
Recuerda
Es importante resaltar cuando deseamos obtener algo, todo conlleva un proceso, si nuestro objetivo está claro, podemos encontrar en ese proceso cosas lindas y no tan lindas y justo cuando estamos en esos momentos difíciles debemos preguntarnos, ¿lo que estoy haciendo o decidiendo me aleja o me acerca a mi objetivo?, si esto difícil me acerca a lo que quiero vamos a verlo en perspectiva de un regalo y a veces los regalos de la vida vienen envueltos en un papel que no nos agrada, pero al abrirlo nos damos cuenta que hace honor a su nombre “regalo”, porque nos está llevando a eso que tanto anhelamos.
Toda conducta tiene una consecuencia, la vida es muy cambiante, por lo tanto, no estamos exentos de cometer un error y si este es el caso, en lugar de sumergirnos en el problema evaluemos la lección aprendida, crezcamos y fluyamos en honor de nuestra propia vida.
Escrito por: Carol Obando, Directora Centro Internacional de PNL, Coaching y Psicología.
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