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Todo lo que ven, escuchan y aprenden tiene tanta trascendencia como cuando un jugador mete un gol en un partido de campeonato mundial.

La vida de un niño es como una obra teatral donde el público ve la puesta en escena.  Los niños no son los únicos responsables de su comportamiento; por eso, quisiera ayudarte a entender este aspecto. Empecemos respondiendo: ¿qué hay detrás del telón?

Un ejemplo te podría ser más útil. ¿Qué haces si te comunican que tu hijo agredió físicamente a un compañero de clase? Muchas veces cometemos el error de castigar o llamar la atención de formas poco asertivas y no buscamos en la fuente.

Haz tú también lo que pides, di también lo que quieres escuchar, se un buen ejemplo.

Todo ser humano se desenvuelve en algunos contextos; pero, entre ellos el más determinante es su contexto familiar. Sin embargo, muy aparte de la relación directa con los padres, hay otros medios que pueden ser más que útiles, realmente dañinos para la educación de sus hijos. ¿Y qué es lo que ellos hacen? lo asumen como correcto y lo repiten una y otra vez apropiándose de dicha conducta como cotidiana.

Si no hay aquel director que llegue a tiempo a corregir en los ensayos para perfeccionar y pulir cada detalle, cuando el actor principal ponga un pie en el escenario, puede tropezar.

Al hablar de otros medios o fuentes de imitación, sin temor a equivocarme, hablaría de la televisión como la más influyente en los niños porque ellos utilizan dos canales: el auditivo y visual, donde el niño está atraído por imágenes en movimiento. Cuando el niño escucha y ve los programas televisivos, se apropia tanto de su papel de espectador, que en la mayoría de ocasiones tienden a repetir lo observado. Pero, ¿qué hacer con esta delicada esponja si no estamos todas las 24 horas en casa como quisiéramos?

hijos son esponjas

El tiempo que compartimos como padres con nuestros hijos determinará su personalidad. Los niños se van moldeando a tu ritmo. Si quieres corregir alguna conducta, nunca pienses que es tarde, hazlo. El mejor consejo es que brindes un espacio de diálogo donde seas muy claro en el proceso enseñanza-aprendizaje, explícale lo que es y no es correcto hacer, con sus respectivas consecuencias, consecuencias que en su momento tendrás que poner en práctica mandando un mensaje directo a su consciente, que es que tú cumples con lo que dices.

Haz tú también lo que pides, di también lo que quieres escuchar, se un buen ejemplo. Aprende a escuchar las necesidades de tu hijo. Ellos, demandan atención y necesitan que retroalimentes muchas cosas que van a contarte. No faltes a ninguno de sus ensayos y en los momentos de éxito sé el primero en felicitarlo, abrazarlo y aplaudirlo. Muy aparte de transmitir afecto, estarás transmitiendo seguridad y confianza, siendo éstos pilares fundamentales para construir un camino de triunfo, superación y logros. Como dice William Arthur Ward: “El educador mediocre habla. El buen educador explica. El educador superior demuestra. Pero el gran educador inspira”.

Te invito a que respondas estas preguntas:

  • ¿Qué están observando y absorbiendo de ti tus hijos cada día?
  • ¿Qué estás sembrando e inspirando en su vida?
  • ¿Cómo estás contribuyendo para que su puesta en escena tenga éxito?

 

valeria zamora

Por Valeria Zamora

Psicóloga Clínica

vale_psc@hotmail.com

 

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