Compartimos varios puntos a tener en cuenta para que puedas tener unas merecidas vacaciones, sin que estas afecten tu economía personal.
Los paseos con amigos, las visitas a la familia, los viajes y otras actividades que se organizan para la temporada de vacaciones suponen gastos adicionales que pueden afectar a la economía personal o familiar si es que no se manejan de manera correcta.
Si en un mes normal, el monto máximo con el que alguien se puede endeudar depende de sus gastos fijos como el pago de alquiler o colegiatura, en la época de verano, hay un presupuesto adicional destinado a los planes vacacionales.
Antes de vacacionar, lo más importante es identificar claramente el presupuesto personal buscando siempre las mejores alternativas para evitar el sobreendeudamiento y no caer en morosidad. Para ello se deben analizar cuatro componentes de salud financiera: gasto, ahorro, crédito y planificación. Lo que se haga en estas áreas construirá la disciplina y habilidad para enfrentar las dificultades financieras y poder solucionarlas.
Si bien lo ideal es haber ahorrado para contar con un fondo destinado a las vacaciones, si esto no ha sido posible es fundamental analizar la capacidad de endeudamiento antes de incurrir en un compromiso crediticio. Pero, ¿cómo hacerlo?
Recomendaciones para asignar un presupuesto para vacaciones
Conoce varias recomendaciones para determinar la capacidad de endeudamiento y saber qué presupuesto asignar a las vacaciones sin afectar tu economía personal:
Capacidad de endeudamiento
La capacidad de endeudamiento es el capital máximo por el que una persona se puede endeudar sin poner en peligro su integridad financiera. Los expertos calculan que el límite de capacidad de endeudamiento es entre un 35% y 40% de los ingresos mensuales. Es decir, el resultado de la resta de los ingresos totales y los gastos fijos en un mes.
Capacidad de pago
Una forma de conocer con exactitud nuestra capacidad de pago es saber cuáles son todos los ingresos y gastos fijos que tenemos cada mes. Entre los gastos fijos se puede considerar el alquiler o crédito hipotecario, alimentación, transporte, educación, entre otros. También pueden existir gastos variables como vacaciones, entretenimiento, regalos o aspectos extras como fechas especiales que pueden ser considerados.
Una vez que se conocen los montos, se deben restar los gastos de los ingresos totales. El resultado se multiplica por el 40%, y la cifra que queda representa el monto que puede destinar a una deuda. Por ejemplo, si una persona gana $1.000 y gasta $600 entre gastos fijos y variables, tendrá un ingreso neto de $400, de lo cual, el monto máximo que puede pagar si adquiere una deuda es de $160 al mes.
Planificación previa
Todas las buenas prácticas financieras están relacionadas con la planificación previa. Por esto, se sugiere que para determinar el presupuesto de vacaciones se considere la regla 50/30/20.
En la que el 50% de los ingresos se destina a costos fijos, como hipoteca, servicios básicos, alimentos y cuidado de los niños. El 30% se usa para gastos discrecionales, en este caso, las actividades vacacionales, y el 20% queda para el fondo de ahorros.
En el presupuesto asignado se deben considerar los principales gastos que generan los viajes, como por ejemplo, comida, hospedaje, transporte y hasta los recuerdos que se comprarán.
Lleva una hoja de cálculo
Una técnica útil para tener las cuentas al día es llevar una lista u hoja de cálculo, en una libreta o en el teléfono móvil, y anotar todos los consumos que se realizan para tener una idea real de lo que se gasta y saber si se cumple con el presupuesto que se había planificado para salir de paseo o realizar una actividad especial.
Vacaciones familiares y ahorro
Es muy importante que una vez que se planifiquen las vacaciones familiares, se dedique un tiempo para comentar los detalles con todos los miembros de la familia. Una buena idea es asignar un monto de dinero para cada uno de los hijos, pues así se evitan discusiones y presiones durante el viaje.
Adicionalmente, un fondo de ahorro siempre representará un alivio al bolsillo cuando se toman vacaciones. Así, se puede destinar un porcentaje del ingreso mensual a un objetivo que se tiene a corto o largo plazo.
Fuente: Según explica María Belén Luzón, Jefe de Negocios de Cooperativa Andalucía.
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