¿Luchar por el amor es algo necesario? Si tenemos dudas sobre eso, entonces queda en nosotros notar si vale la pena esforzarnos o no por nuestra pareja.
¿Qué pasaría si todas las noches pensáramos qué vamos a cenar cuando ya todos los comercios están cerrados? Lo más probables es que los primeros días aún tengamos en casa algunos ingredientes frescos para preparar una cena rápida y saludable, pero con el correr de los días terminaríamos comiendo enlatados, procesados, congelados, sobras y, finalmente, pediríamos comida por teléfono.
Para algunas personas, esto podría estar perfectamente bien. Para otras, que desean tener una vida sana y una buena alimentación, esto sería solamente válido en épocas de emergencia, tendría una duración limitada y, en cuanto fuera posible, se regresaría a hacer las compras y cocinar en casa.
¿Por qué hablamos de comidas y no de relaciones? Porque, curiosamente, nuestras relaciones también se mantienen saludables cuando les dedicamos atención, preparación y tiempo de manera intencional y si bien pueden tener un poco de resistencia, ésta enseguida se agota si solamente le entregamos nuestras “sobras”.
¿Cuáles son las “épocas de emergencia” más habituales de las parejas? Normalmente, el nacimiento de un hijo, especialmente si es el primero. También estresores externos como cambios laborales; enfermedades propias o de algún familiar que requieran atención, cuidados y tiempo; mudanzas; problemas familiares o con los hijos, etc.
Afortunadamente, las investigaciones del Dr. Gottman nos enseñan de manera sencilla y precisa cómo orientar nuestro tiempo, nuestra atención y nuestros esfuerzos para mantener bien a nuestra pareja, incluso en épocas de emergencia en las que disminuye la disponibilidad de los recursos que tenemos porque otras áreas de nuestra vida los están reclamando.
El Dr. Gottman desarrolló el concepto de La Cuenta Bancaria Emocional, para explicar de qué manera nuestras interacciones en la pareja pueden funcionar como un depósito o una extracción y generar un balance positivo o negativo que, a su vez, predice la estabilidad y el grado de satisfacción que tienen los miembros de la pareja.
Y entonces ¿Cuál es la receta y cuáles son los ingredientes?
El primer ingrediente es la intención. ¿Son mi pareja y mi relación importantes para mí? Si la respuesta es sí, entonces debo dedicar algo de atención, esfuerzo y preparación. Si estoy entregando las “sobras”, es posible revertirlo incluso si mi relación de pareja ya está siendo afectada.
El segundo ingrediente es el tiempo. ¿Cuánto? Las investigaciones del Dr. Gottman nos dicen que, con cinco horas en total distribuidas a lo largo de pequeñas acciones en la semana, es suficiente para crear un balance positivo en la cuenta incluso en épocas de emergencia.
Todo se mezcla
Y aquí es donde todo se mezcla:
Despedidas
Despídanse todas las mañanas con un beso de, por lo menos, 6 segundos y averigüen algo que va a ocurrir ese día en la vida de su pareja. Dos minutos por día, por cinco días en la semana.
Encuentros
Salúdense todas las tardes con un beso de, por lo menos, 6 segundos y conversen al menos por diez minutos cada uno acerca de cómo fue el día escuchando con atención y apoyando lo que su pareja está contando. Veinte minutos por día, por cinco días en la semana.
Admiración y aprecio
Encuentren una forma todos los días de expresar genuina admiración y aprecio por su pareja. Cinco minutos por día, por siete días en la semana.
Afecto
Bésense, tóquense, abrácense, jueguen, etc. Cinco minutos al día, por siete días en la semana.
Mapas del amor
Imaginen que su pareja es una ciudad y ustedes el GPS. Actualicen el mapa, sean curiosos, pregunten por los gustos de su pareja, sus preocupaciones, sus sueños, hablen porque sí de cualquier cosa, escuchen sin juzgar, salgan solos, invítense a un café. Dos horas por semana.
Intenten hacer esto por un mes y vean la diferencia. Nuestro lema es: pequeñas cosas con frecuencia.
Escrito por: Lic. Laura Vázquez, Terapeuta Certificada en el Método Gottman, vía La Ciencia del Amor.
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