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Compartimos contigo las 5 claves del papa Francisco para vivir esta Cuaresma en familia. Lee, atesora y comparte esta valiosa información.

Nos preparamos para empezar a vivir la Cuaresma. Un tiempo litúrgico muy rico en gracia y muy hermoso para crecer en la fe. Si bien la fe es una experiencia de manera personal, vivirla en comunidad es aun mejor. ¡Y qué hermoso poderlo vivir en familia!

En este tiempo particular que vivimos, las familias nos hemos visto más «reunidas» que nunca y el espacio físico que compartimos, en muchos lugares sigue siendo el único espacio posible debido al confinamiento. Pensar en vivir una cuaresma como familia es algo oportuno y creo que hasta de gran ayuda.

De la mano del papa Francisco y su mensaje para esta Cuaresma les traemos cinco claves que serán de gran ayuda para vivir mejor esta Cuaresma en familia.

 

CUARESMA 1

 

1. Cuaresma en familia: una decisión consensuada

Si como familia vamos a decidir vivir este tiempo también comunitariamente, es importante consultarlo entre todos los miembros y no imponerlo rígidamente.

Sobre todo, si tenemos niños y adolescentes en casa. La fe y el amor a Dios es algo que se inculca, se fomenta, pero no se impone, y menos bajo amenaza de castigo.

2. Ayuno, oración y limosna, son obras de amor y no de temor

Tal vez cuando escuchamos estas palabras, sobre todo en la cultura en que vivimos, lo primero que queremos hacer es evitarlas. Muestra de eso son los numerosos platillos de pescado típicos de esta época.

El viernes no se come carne, pero qué festines nos damos con el pescado. Es casi una travesura de niños tratar de «darle la vuelta» a una ofrenda de amor.

«El ayuno, la oración y la limosna, tal como los presenta Jesús en su predicación (cf. Mt 6,1-18), son las condiciones y la expresión de nuestra conversión» (Papa Francisco, Mensaje para la cuaresma 2021). No les tengamos miedo, entreguémonos a estas prácticas entendiendo lo que significan.

3. Ayunemos de palabras ofensivas

El ayuno no solo significa privarnos de comida. Más allá de hacer ayuno el Miércoles de Ceniza y el viernes santo. Y abstenernos de la carne los viernes de Cuaresma, como familia podemos escoger hacer ayuno de palabras ofensivas y elegir amarnos con cada una de ellas.

Elegir otras palabras, sobre todo en los momentos más complicados, como cuando los padres perdemos la paciencia con los hijos. O cuando entre esposos salta algún conflicto. Existen muchas maneras de ayunar, solo hay que esforzarse un poco.

El papa Francisco nos invita a «decir palabras de aliento, que reconfortan, que fortalecen, que consuelan, que estimulan». En lugar de «palabras que humillan, que entristecen, que irritan, que desprecian» (Carta Encíclica. Fratelli tutti 223). Un reto a conquistar como familia en esta cuaresma.

 

CUARESMA 3

 

4. Caridad comprometida con el otro

Elijamos como familia comprometernos a ayudar con algo o a alguien en concreto. En este tiempo de tanta necesidad, en que sobre la pobreza que ya existía, producto de la pandemia muchos han perdido el trabajo, pensemos cómo darles una mano.

Otros se encuentran solos debido al confinamiento, ¿podemos acompañarlos de alguna manera? La limosna, ayudar al más necesitado puede convertirse en una práctica familiar concreta. Pensemos si podemos dar algún donativo a otra familia.

Podemos comprometernos más concretamente con las obras de nuestra parroquia. Podemos acudir a ella para ofrecer nuestra ayuda concreta en este tiempo y seguro que vamos a encontrar mil iniciativas necesitadas.

Limosna no se trata de entregar dinero fríamente, se trata de salir de nosotros mismos, compadecernos con el sufrimiento del otro y ayudarlo concretamente con bienes materiales.

Tal vez podemos comprometernos con alguien que conocemos que necesita ayuda, un vecino, un amigo, alguien que vive solo. A veces personas cercanas necesitan mucho más de nuestra ayuda y ni siquiera lo sospechamos.

Aquel que se ocupa de la limpieza del edificio, de la calle de nuestra ciudad, el portero de nuestro colegio, el mozo que solía atendernos tan amablemente.

Cada uno desde el más grande hasta el más pequeño puede contribuir. Es fundamental que como padres le expliquemos a los más pequeños qué es lo que estamos haciendo y porqué.

Tal vez podemos dejar de comprar algo que solíamos comprar, como postres, y ese dinero destinarlo a nuestra obra de caridad.

«La caridad es el impulso del corazón que nos hace salir de nosotros mismos y que suscita el vínculo de la cooperación y de la comunión» (Papa Francisco, Mensaje para la Cuaresma 2021)

5. Oración familiar de la Palabra

Muchas familias ya tienen un momento concreto destinado a la oración, sobre todo aquellas con niños pequeños. Es usual que al acostarlos, los padres recen una pequeña oración con ellos o tengamos la costumbre de bendecir siempre la mesa.

Pero más allá de estos pequeños momentos hagamos de la oración y el diálogo frecuente con Dios, algo cotidiano. Estas son 10 formas de acercar a tus hijos a Dios que pueden ser de gran ayuda.

Compartamos la Palabra de Dios juntos. Qué manera más concreta que conocer a Dios y acercarnos a Él que a través de la meditación de las Escrituras.

Animémonos a leer el Evangelio del día en familia y dejarnos interpelar por él. Una pequeña lectura en familia y luego recoger brevemente las impresiones de cada uno es una gran dinámica. Se trata de ir abriendo el corazón a la Palabra de vida.

La palabra de Dios nos anima a «vivir la verdad que se manifestó en Cristo» y que es una verdad al alcance de todos. Como dice el papa Francisco, es una verdad que:

«No es una construcción del intelecto, destinada a pocas mentes elegidas, superiores o ilustres, sino que es un mensaje que recibimos y podemos comprender gracias a la inteligencia del corazón, abierto a la grandeza de Dios que nos ama antes de que nosotros mismos seamos conscientes de ello».

 

CUARESMA 2

 

Escrito por: Silvana Ramos, vía Catholic-Link.

 

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