Las relaciones interpersonales son imperfectas porque nosotros como seres humanos los somos, eso nos lleva a discusiones y peleas que nos lastiman.
Las discusiones son algo importante de las relaciones porque nos ayudan a conocernos un poco mas a profundidad pues nos hacen vulnerarnos haciendo que los miedos, las heridas y los patrones con los que cargamos salgan a relucir. Pero las peleas en cambio nos lastiman y quiebran las relaciones muchas veces al grado que se vuelve un daño irreparable.
Para no llegar a esto, debemos saber en qué momento y cómo detenernos al tener una discusión.
Afrontar las discusiones
Aquí les dejamos algunos tips que a nosotros nos han funcionado al momento de lidiar con las discusiones:
Calla
Mucho depende de la manera en cómo reaccionemos a una discusión, pero siendo sinceros la gran mayoría de nosotros necesitamos callar o es muy probable que digamos algo que lastime al otro. Es obvio que ya se hablo sobre lo que les molesta a uno del otro, sino no existiría como tal una discusión, pero si se dan cuenta que no están llegando a nada y se está prendiendo más la hoguera, es mejor callar.
Si necesitas o necesita espacio tu pareja, dáselo
Es importante aprender a escuchar lo que el otro necesita, algunos de nosotros necesitamos encerrarnos a pensar a solas, algunos otros escribir en un cuaderno aquello que nos molesta y por qué, algunos otros necesitamos salir a caminar o incluso hacer algún deporte, sea cual sea tu manera de desahogar el sentimiento y encontrar calma para ver la discusión de manera objetiva, hazla y sé paciente con el otro y sus tiempos.
Piensa antes de hablar
Los seres humanos al sentirnos vulnerables, nos sentimos atacados y ante un ataque respondemos atacando. ¡Cuidado! Es mejor callar a decir algo que podremos lamentar por el resto de nuestras vidas. Por eso la importancia de darnos un tiempo para pensar.
Identifica aquella herida por la que esa acción o palabra detono estos sentimientos en ti. ¿Cómo te hace sentir? ¿Por qué? De qué manera has sido responsable de esta discusión. ¿Qué fue lo que dijo o hizo el otro que te hizo sentir así? Recuerda que no hay un culpable, hay falta de comunicación.
Reúnanse en un lugar tranquilo y véanse a los ojos
Cuando estén listos para hablar, reúnanse en un espacio intermedio, tranquilo, que les de paz, tómense de las manos y mírense a los ojos de ser posible, el contacto físico ayuda a recordar el amor que se tiene a la otra persona por sobre el enojo o coraje de ese momento.
Escucha y habla
Antes que hablar está el escuchar. La comunicación debe ser asertiva, esto quiere decir que no es el momento para echar culpas, es el momento de ser responsables.
Responsables de la manera en cómo hemos reaccionado, de lo que hemos dicho, de vulnerarnos y compartir nuestras heridas, aquello íntimo que hemos descubierto de este tiempo que nos dimos para reflexionar.
Perdonar y pedir perdón
Ya que hemos escuchado y hablado responsablemente sobre lo que sentimos y la manera que reaccionamos, es tiempo de pedir perdón y perdonar al otro.
Recuerda que hay lenguajes del perdón, descubre cuál es el de la otra persona.
Llegar a acuerdos
Si es necesario, lleguen a acuerdos, puede ser que el otro dijo algo que para el es indiferente y muy común y se le hace exagerada tu reacción, pero si a ti te lastimó eso que dijo necesitan llegar a un acuerdo. Un punto medio en el que ambos se sientan seguros y más tranquilos.
Recuerden que no hay relación perfecta, todas las relaciones tenemos discusiones y es algo natural. Lo importante es aprender a amar cada día más al otro, cuidarlo, comunicar nuestras necesidades con sinceridad y abrazarnos en los días buenos y no tan buenos.
Escrito por: Los Nandos, vía amafuerte.com
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