El numeral 3 del articulo 147 de la Ley Orgánica Electoral, Código de la Democracia, establece que una elección será declarada nula, “Cuando los votos nulos superen a los votos de la totalidad de candidatas o candidatos, o de las respectivas listas, en una circunscripción determinada, para cada dignidad”.
Ya sucedió en el Ecuador. En las elecciones para vocales de la Junta Parroquial Rural de Calacalí (Quito, Pichincha) del 2023, se inscribieron cuatro listas. El total de sufragantes fueron 3887 personas, de los cuales 189 votaron en blanco y 1882 nulo. Es decir, hubo un 53% entre blanco y nulo, superior a los 1806 válidos (47%). El más votado logró 671 votos, 37% de los válidos y 17% de los que acudieron a votar. Las elecciones fueron declaradas nulas y meses después se repitieron las elecciones. En esta nueva elección, el ganador obtuvo el 44% de los votos válidos y apenas existieron 295 votos nulos. En esta nueva elección, ya no participaron dos de las cuatro listas anteriores, y hubo seis nuevos partidos participantes, cuatro en una alianza.
Pero cabe señalar que se trató de una elección pequeña, la pregunta que cabria hacerse es si esto es posible en una a nivel presidencial.
El voto nulo más alto se dio en la segunda vuelta del 2021, que enfrentó a Guillermo Lasso y Andrés Arauz, 22.63% de votos. Pareciera ser que los votos de Yaku Pérez de la primera vuelta, se fueron en un número importante al nulo (18% la suma de blanco y nulo). El promedio histórico del voto blanco y nulo en la segunda vuelta es de 8%. Para tener una idea, la suma del blanco y nulo en la primera vuelta reciente del 2025 alcanzó el 9,85% (tercer lugar).
En las elecciones presidenciales de Guatemala de 2023, el voto nulo obtuvo el 17,4% y los dos candidatos que pasaron a la segunda vuelta alcanzaron el 16% y 12% respectivamente.
En las elecciones regionales en Colombia de 2011 en la ciudad de Bello (Antioquía, Colombia) ganó la suma de los nulos y blancos con el 56,7% frente al 43,3% del único candidato que se presentaba. Se repitieron las elecciones.
Pero, ¿es legítimo votar nulo? ¿es un derecho que el ciudadano puede ejercer con legitimidad democrática? o más bien ¿se trata de un error, falta de compromiso, actitud cómoda?, algunos lo han llegado a calificar de un acto de traición a la patria.
Si bien votar supone un alto grado grado de responsabilidad, debemos hacerlo por los candidatos que cumplan los mínimos estándares de capacidad, honradez y seriedad. Entonces, si mi evaluación de los candidatos me indica que ninguno cumple satisfactoriamente los mínimos estándares requeridos, votar nulo es una opción.
Muchos sostienen que votar nulo es un modo de desentenderse de obligaciones y no asumir la responsabilidad cívica. Otros como desperdicio del voto, porque igual alguno ganará o que es mejor escoger una opción, así sea la menos mala, pero escoger a alguien.
¿Porqué votar nulo este 13 de abril?
La democracia es división de poderes, independencia de las funciones del Estado y respeto y sometimiento a las normas constitucionales y al sistema jurídico.
El partido de Luisa González, cuando gobernó, metió las manos a la justicia, captó todos los órganos de control, dictó decenas de estados de excepción, que no fueron controlados por la Corte Constitucional.
El gobierno de Noboa, ha irrespetado la norma constitucional y las leyes para no encargar la Presidencia a Verónica Abad y pedir licencia, incumple tratados internacionales al ingresar a la embajada de México, no ha respetado la independencia de las funciones del Estado.
En ambos gobiernos, se han dado a conocer casos de corrupción, sobreprecios en obra pública y falta de capacidad para resolver temas prioritarios del país.
Uno de los ejes de la democracia es el respeto a la libertad de expresión. Durante el gobierno de la revolución ciudadana, se promulgó la ley de comunicación que sirvió para censurar medios y perseguir periodistas, algunos se vieron en la necesidad de salir del país por temor a su seguridad e integridad física. Hoy contrariamente existe un claro privilegio hacia un grupo reducido de medios de comunicación y periodistas, que reciben “pauta publicitaria” a cambio de insultar a quienes critican al actual gobernante, llegándolos a señalar como miembros de Grupos de delincuencia organizada.
Ambas candidaturas proponen asamblea constituyente, un proceso complejo, demorado y engorroso, cuando lo sensato es proponer reformas constitucionales viables y prácticas.
Ambos candidatos se han dedicado confrontarse, acusarse y descalificarse, cuando los que los ciudadanos lo que necesitamos es un mensaje con propuestas claras de como va a manejar el país. Entonces ¿qué le queda al ciudadano?
Votar nulo es un acto afirmativo. Votar nulo, cuando hay, por lo menos desde el punto de vista de muchos, ningún candidato idóneo, no solo es un derecho, es una obligación. Y un mensaje.
¿Llegará el día en que ese mensaje sea la mayoría?
Por Dr. Rafael Compte/abogado y docente de Derecho U.C.S.G.