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Los secretos perfectos para ser feliz junto a la pareja. Juntos en las buenas y en las malas, juntos en la alegría y en la tristeza luchando contra las tormentas, esperando a que vuelva a brillar el sol, para continuar.

La pregunta es: ¿Esperar a que vuelva a brillar el sol o ahuyentar las nubes para que se pueda ver el sol brillar?

No se trata de que las cosas pasen y que el “tiempo” ayude a que todo funcione nuevamente en las parejas. Al contrario, es mejor que las parejas asuman una posición más decidida: hacer todo lo posible para que funcione cada vez mejor, alimentando la relación con amor.

Los secretos del matrimonio feliz muchas veces no son aplicables para todos. Cada pareja es distinta, pero en general existen aspectos puntuales que se pueden ayudar a que ambos se sientan contentos, tranquilos y satisfechos con la relación que están viviendo en su familia.

La comunicación

Debe ser frecuente, directa y confiada. Lo ideal es que no hayan secretos entre los cónyuges y que tengan la suficiente capacidad para conversar a tiempo aquello que incomoda, que inquieta y que molesta. De tal manera que se pueda manejar mientras el problema no crezca y no eche raíces con tinte de resentimiento o de crisis.

Muchas veces en el matrimonio se cree que la pareja puede leer la mente del otro. “Es que debería saber lo que yo necesito…”, es el comentario más común. Mi respuesta: No espere que su esposa o esposo lo adivine, trate de hablarlo y exprese claramente las palabras de manera asertiva y respetuosa para que sus necesidades sean comprendidas.

Evite sonar a quejumbre o negatividad, vaya con un fin o con un par de soluciones antes de iniciar el diálogo, de manera que si es algo importante ya tenga lineamientos para abordar los puntos claves, tratando de llegar a acuerdos. Si usted es de las personas que se enreda en el diálogo, anote un par de ideas en su móvil y vaya con el soporte para poder hacerlo bien.

Tiempo compartido o actividades comunes

No espere que su esposo o esposa adivine lo  que necesita.

Esto ayuda a mantener viva la amistad entre los esposos y a experimentar lo felices que pueden estar juntos compartiendo unas veces solos y otras con amigos o familiares. Busquen actividades que los diviertan, que los hagan sentir bien, que puedan disfrutar de gratos momentos, ello será motivo para que más adelante sigan pensando que aún en las dificultades vale la pena continuar.

Traten de hacer cosas que le gusta a la otra persona, esto implica generosidad y desprendimiento. Muchas veces hoy las parejas discuten o se alejan cuando priman actividades individualistas o solo vividas con amigos, peor si son frecuentes las que no se incluye a la pareja; esto es causa de seguros distanciamientos. Es mejor equilibrar actividades con amigos y actividades en pareja.

Proyectos familiares

Es como si se tratara de un trabajo en equipo, un trabajo cooperativo, algún proyecto para la pareja o para la familia que requiera que ambos se involucren y compartan responsabilidades. Así cuando lo logren sentirán la satisfacción de haberlo hecho entre los dos. Algo desagradable que llega a ser decepcionante, es que un miembro de la pareja sienta que está solo; por ejemplo: que en la crianza de los hijos sienta que toda la responsabilidad recae sobre sus hombros. Cuando hay que tomar decisiones, es mejor que sea entre ambos, aunque se piense distinto traten de llegar a un consenso.

Actitud optimista

Tener sentido del humor, reír juntos es una de las mejores terapias para sentirse bien, más aún para olvidar las preocupaciones o el cansancio que genera el trabajo profesional o el de casa.  Siempre ver el vaso medio lleno y no medio vacío. Recordar que para construir mejor la relación se debe tomar en cuenta las fortalezas y virtudes de la pareja, en lugar de destacar sus defectos.  Cuando hay amor, cariño, apoyo y fidelidad cualquier cosa que se presente como adversa se la dimensiona sin exagerar, pensando bien del otro, comprendiendo y viendo hacia el futuro con ilusión.

Cuidar los detalles

Desde un beso al despertar, hasta el dulce preferido para que la pareja se dé cuenta que se ha pensado en ella, en él y que se hacen esfuerzos con buena disponibilidad para alegrarse, sorprenderse y animarse mutuamente con muestras de cariño. No se trata de cosas materiales, son las cosas que nacen del corazón. Hay que tratar de ser creativos y flexibles en este sentido, así arrancará muchas veces disculpas o perdón que solo con palabras no son suficientes. Hechos y no solo intenciones.

La vida matrimonial es maravillosa y produce alegrías inmensas. Procure aceptar a su cónyuge con sus defectos y no luche toda la vida inútilmente en tratar de cambiarlos; cambie usted en su manera de reaccionar frente a ellos. Llévelos con más caridad, con más amor y verá que de seguro tiene en sus manos el secreto perfecto para ser feliz junto a su gran amor.

Por: Mónica Morla de Salvador

Mg. Psic. Clínica

Asesora Líder de IMF

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