“No podemos ser padres perfectos pero sí ser los mejores”
¿Alguna vez ha escuchado los términos Agénero, Bigénero, Trigénero y Género Fluido? Los anteriores son términos integrados en un concepto denominado Género no binario. Este alude a personas que no se identifican con los géneros binarios femenino o masculino, o que por el contrario, se identifican con los dos géneros. También se refiere a quienes fluctúan entre un género y otro.
Definirse por un SOLO género
¿Qué ha hecho que las diferencias de genero se hayan incrementado? ¿Qué conflictos internos puede desencadenar un adolescente que está en búsqueda de su identidad? Debido a que estas personas no se sienten parte de los géneros marcados puede representarles un desequilibrio emocional. Esto no solo tiene que ver con un nombre sino también respecto a los roles socialmente construidos como: fuerza y virilidad para el masculino ó delicadeza y ternura para la mujer. En relación a esto vemos cómo los millenials y la generación Z han revolucionado muchos aspectos de su vida con sus diferentes posturas. En un estudio que aborda las actitudes de estos hacia el género, realizado por J.Walter Thompson Intelligence, se concluyó que el 56% de los encuestados entre 13 y 20 años conoce a alguien que usa pronombres de géneros no binarios.
La familia como pilar de apoyo
Podemos plantearnos muchas preguntas y tener cada vez más incertidumbre frente a cómo afrontan nuestros hijos el contexto social, educativo y familiar. Pero ¿qué podemos hacer desde nuestro rol como padres de familia? Estamos frente a una sociedad de auge de tecnológico y evolución constante, donde los casos de embarazo temprano y de abuso sexual crecen considerablemente. Donde almacenes reconocidos han implementado ropa de moda sin género, incluso personajes de fama internacional han aceptado que su hijo o hija cambie de género, como es el caso de la pequeña hija de Angelina Jolie.
Ante esto no hay una solución inmediata, ya que no podemos influenciar en los medios masivos de comunicación, quienes se han encargado de imponer estereotipos de belleza y conceptos enmascarados de sexualidad que conllevan desintegración del ser y de la magia que poseemos como seres humanos. Pero lo que sí podemos es fortalecer nuestro vínculo maternal y paternal, sin duda alguna podemos dar la contención adecuada y empezar a intervenir activamente en la formación de nuestros hijos. Aquí la comunicación es una de las herramientas que nos ayudan a contrarrestar la evidencia social actual.
Mantener el diálogo abierto
La desinformación o las posturas culturales frente a la sexualidad son factores que pueden influenciar en el comportamiento de los padres. La mejor manera de interactuar adecuadamente es desde una buena comunicación ligada al reconocimiento del otro. Además, formarse y mantenerse actualizados acerca de los procesos de desarrollo naturales y de todo lo relacionado con el crecimiento físico y emocional de los hijos, de esta manera se deja de lado información no valida ni sustentada objetivamente.
La actitud que mostremos al comunicarnos con nuestros hijos es primordial ya que hemos sido su modelo a seguir y pueden interpretar bien o mal cada gesto que hagamos. Así que la disposición debe ser completa a la hora de entablar una conversación con nuestros hijos. Debemos tener en cuenta el tono de voz, el contacto visual nuestros gestos faciales, el movimiento de las manos etc. Aunque algunas veces llegar a tener una conversación exitosa con un hijo puede tornarse difícil es importante tener las estrategias claras, por ejemplo hablarles desde el ejemplo o desde la experiencia para indagar en temas profundos.
Si para nosotros como padres de familia es difícil comprender algunas situaciones en nuestros hijos, para ellos también es difícil estar en determinadas circunstancias. La adolescencia es un periodo de cambios hormonales y lo que sucede en su cerebro es bastante complejo, de ahí los cambios de actitud repentinos, la independencia, la búsqueda de aprobación por parte de sus padres y adultos que lo rodean. Los anteriores aspectos son indicadores de que los adolescentes están en búsqueda de su identidad, en un periodo de construcción de personalidad, por lo que son muy susceptibles a lo que presenta la sociedad.
Es por esto que debemos promover la comunicación familiar como la herramienta mas poderosa ya que un hijo informado no tiene la necesidad de indagar en información externa y que tal vez lo lleve a encrucijadas emocionales.
La invitación esta dada a que como padres de familia nos comprometamos con la crianza, busquemos espacios donde podamos compartir y conocer a nuestros hijos. En palabras del Papa Francisco “las tendencias o desequilibrios hormonales dan muchos problemas y hay que tener cuidado con cada situación. Hay que acoger y acompañar”. Los padres de familia tienen la responsabilidad de guiar a sus hijos darles la contención emocional cuando sea necesario.
Es importante que usted como padre de familia reconozca síntomas de alerta que se pueden presentar en sus hijos tales como aislamiento, perdida o ganancia de peso repentina, sensibilidad extrema, perdida de interés por actividades que le eran placenteras. Advertir sobre los temas que hablan, e incluso bromas relacionadas con suicidio, sensación o manifestaciones de confusión por su identidad o sentimientos de estar en un cuerpo que no les pertenece. Ante esto se debe pedir ayuda profesional para darle el abordaje adecuado, así se afronta el problema más no se lo evita.
Por: Carol Obando Psicóloga Cognitivo Conductual Centro Internacional de PNL & COACHING