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A diferencia del éxito que la sociedad celebra, la etapa de crianza es vivencia profunda y privada que solo quien la vive la entiende y valora.

Aquí la lista resumida en cuatro argumentos con sus pro y sus contras.

Libertad y salud

Contras: La juventud debe vivirse a plenitud aún dentro del matrimonio: deportes, viajes, diversiones, etcétera. Para ello, el embarazo es penoso, los desvelos, la lactancia y demás preocupaciones relacionadas, desgastan físicamente. Además los bebes limitan la libertad, por lo que la suma puede provocar frustración y amargura que daña la relación. 

A favor: El embarazo no es una enfermedad y la naturaleza  prepara a la mujer para ello. Ciertamente requiere de cuidados, pero más allá de eso no limita en actividades normales como nadar, salir de excursión, caminar, vida social, trabajar. Además, el acompañamiento ginecológico actualmente ofrece recursos paliativos de síntomas incomodos.

Él bebe  desde muy pequeñito puede acompañar en casi todo, recibiendo todo tipo de estímulos tempranos que lo ayudan en su desarrollo. Su risa espontánea, su asombro por la vida y su alegría compensan con creces los cuidados que requiere.

Costos y limitaciones económicas

Contras: Los hijos limitan económicamente causando estrés. Actualmente la vida es muy cara: el costo del parto, la alimentación, el pediatra, las escuelas y un sinfín de gastos hacen que el dinero nunca alcance.

A favor: Los hijos cuestan, sí, pero algunos matrimonios jóvenes ponen en juego su capacidad de previsión cuando desde el primer hijo invierten en el kit de crianza: ropa infantil y enseres como la cuna, esterilizadora de biberones,  portabebés, la carriola  etc. sin necesidad de comprar en cada nacimiento. También son muchos quienes no necesitan invertir en este kit pues amigos y familiares los ayudan con regalos y accesorios de segunda mano que ya no necesitan.

En los hijos, la relación costo beneficio, solo se puede evaluar desde la capacidad de amarlos y del amor que se recibe de ellos.

Además, existen  matrimonios a quienes biológicamente les resulta difícil concebir un primer hijo ante cuyo anhelo la palabra costo pierde sentido.

La autorrealización personal

En contra: El estudio, el trabajo, el éxito profesional suelen exigir una  disposición de tiempo que difícilmente da cabida a los hijos. Se trata de una actitud justificada y socialmente comprendida. La autorrealización habla del ejercicio pleno de la libertad humana. 

A favor: Por buscar el éxito que la sociedad celebra se puede entender la autorrealización equivocadamente, terminando en lo abstracto y limitándose. Pues no se puede perfeccionar a partir de sí mismo y quedándose en sí mismo, sino en la medida en que se une a un bien concreto que lo supera y trasciende: los hijos y la familia.

A diferencia del éxito que la sociedad celebra, la etapa de crianza es vivencia profunda y privada que solo quien la vive la entiende y valora.

“Los hijos son una cruz”

En contra: Los hijos causan sufrimientos a los padres cuando les va mal, además la sociedad se encuentra cada vez más pervertida. No vale la pena intentar educar cuando el medio influye tanto negativamente.

A favor:  En la sociedad la presencia y lucha entre el bien y el mal ha existido siempre. Como siempre han existido quienes asumen la responsabilidad de heredar al mundo ciudadanos bien formados desde el seno de sus hogares, hijos que son la esperanza y futuro de la sociedad.

 

Vía: Aleteia.org

 

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