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Las PANK, tías profesionales sin hijos, van a la conquista de sus sobrinos.

Hay un farrón, de las cinco amigas, dos tienen hijos chicos, una no tiene y dos tienen hijos grandes, ¿quién no va al farrón? Aunque no lo crean, la soltera, quien se queda a cuidar a los sobrinos chicos, los hijos de su adorada hermana, a quien quiere más después de haberla hecho tía, al menos eso dice.

Pauli, nombre ficticio, no tiene hijos, decidió que primero estaba la U, la maestría, el trabajo, los amigos, los viajes, el deporte, el carro y su súper departamento de dos dormitorios, para las visitas o los sobrinos que avizoraba y deseaba tener para darles “el amor que me provocan los niños”.

Ella de manera consciente decidió por sus sueños, por no tener hijos por ser mandato social, sino porque deben llegar planeados a un mundo amoroso. Ella ha estado ocupada realizándose, por tal razón los niños no están. Esto la ha hecho una mujer segura, cuidadosa de sí, amorosa y siempre dispuesta a sus sobrinos, quienes la aman y para quienes ella es un constante referente de cariño y guía.

Una tendencia en crecimiento

Acá un dato importante, el rol que tiene Pauli, como muchas otras PANK, las Professional Aunt No Kids (tías profesionales sin hijos), en muchas familias, es un rol activo. Ellas son la mano de ayuda amorosa que necesita una mamá que trabaja y que tiene hijos chicos. Así, puede darse un tiempo, ir a un matri o cuidar su espacio de pareja (razón por la cual Pauli no fue al farrón).

Por encima de las fiestas sin sentido, prefiere quedarse y apoyar a sus sobrinos. Pauli tiene claro lo que quiere vivir con ellos: ser la tía amorosa que los acompaña, cuida y guía. Es aquella que tiene tiempo y que puede hacerlos sentir maravillosos y especiales sin descuidarse a sí misma. Además, de ser un referente de otro tipo de vida para ellos, un tipo de vida de soltería plena, en donde aportas a tu familia, pero también disfrutas de ti y de tu tiempo.

Estilos de vida diferentes

Yo secretamente admiro a Pauli, ella tiene un tipo de felicidad que yo no he podido vivir aún. Ojo, amo mi vida, sin embargo, valido completamente la de ella. Creo que es muy valiente, porque su propuesta de vida es arriesgada y le ha costado muchas crítica30s a nivel social. Muchas veces he visto la tortura constante de: “¿para cuándo el novio?”, “¿para cuándo el matri?”, “ya trae o dale hijos, y de ley se casan”. Como si la cosa fuera traer niños por encargo, para amarrar a alguien o por compañía para una mujer.

Para Pauli su decisión ha sido juzgada en mil ocasiones, sin embargo, su decisión de vida ha sido muy bien pensada y, en mi caso, respetada. Los niños no necesitan venir por imposición, sino, con plena consciencia de amor y decisión de ambos padres. Por eso hoy le escribo a Pauli, y los invito a revalorar a estas nuevas PANK que son una propuesta de apoyo para las familias, que son modelos de vida responsable, que ayudan, que aportan y que aman. ¡Gracias Pauli! ¡Gracias PANK!

Por Ma. del Carmen Rodrigo
Psicóloga Clínica
mariadelcarmenrodrigoh@gmail.com

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