Una sonrisa tiene un poder inimaginable en la vida conyugal.
Cuando llego a mi casa, me espera una dulce sonrisa, la sonrisa más tierna que borra todo mi dolor. Cuando escucho su risa me olvido de todas las penas, y en sus ojos yo encuentro que el mundo es mucho mejor.
El estribillo de la canción “Una sonrisa”, de Palito Ortega, nos dice una gran verdad: “la sonrisa es la herramienta más poderosa para influenciar de una manera positiva a otros” y hoy vivimos en un mundo que necesita de más gozo, de más sonrisas.
Beneficios de sonreír
Muchos no saben que sonreír embellece nuestro rostro, alegra el corazón, vigoriza nuestra salud, nos anima a hacer buenas obras, a dejar los pensamientos negativos de lado, reduce tensiones, hasta nos hace más productivos… Una sonrisa sincera es un verdadero mensaje de paz, y puede llegar a tener un poder sanador.
En la vida matrimonial la sonrisa logra reforzar la unión y aumenta el amor. Para una esposa su mejor maquillaje ha de ser su sonrisa. Asimismo, el esposo está llamado a resultar atrayente para su pareja con la mejor de sus sonrisas. ¡Todos necesitamos de alguien con un corazón dispuesto, de alguien que se entusiasme por estar a nuestro lado! Los cónyuges no deben perder la emoción por su vida matrimonial.
Una sonrisa no cuesta nada y nos puede dar mucho; aunque dura un instante, su recuerdo puede durar toda la vida. ¿Acaso no empezó todo con una sonrisa? La sonrisa del primer encuentro, la sonrisa ante el primer “sí”. Qué bien le viene a un matrimonio recordar esos gestos del ayer para volverlos a gozar y reproducir con más fuerza hoy. Como cuando una esposa le pregunta a su esposo: “Amor, ¿qué me pongo? Y él responde: “¡Ponte la sonrisa de la que me enamoré!”
Crear el hábito de sonreír
Pietro Molla y Gianna Beretta son un matrimonio italiano que se tomó muy en serio el hacer feliz a la persona amada. Se ejercitaron en aceptarlo todo con una sonrisa. Pietro decía de Gianna: “Era una mujer espléndida, pero absolutamente normal. Era guapa, inteligente, buena; le gustaba sonreír”. Él decía que siempre la vio alegre y que su sonrisa no era algo casual, sino todo un programa.
Un propósito de año nuevo
La vida conyugal está llena de privilegiadas oportunidades para ofrecer una sonrisa. Este año que empieza es una extraordinaria ocasión para proponerte lograr el hábito de sonreír más. No hay que experimentar cosas sorprendentes para sonreír, sino en medio de las cosas ordinarias decidamos regalar la mejor de nuestras sonrisas, para esto intenta lo siguiente:
- Saluda y despídete diario con una gran sonrisa.
- Elogia y da un piropo a tu cónyuge.
- Pregúntale sobre un tema que le apasione para compartir.
- Envía mensajes que lo alienten y manifiesten tu amor.
- Recuérdale cuánto le quieres.
- Agradece los favores, de corazón, y con una sonrisa.
- Escucha música alegre y baile.
- Sé cariñoso/a: dale besos y abrazos.
- Prepara algo especial y dale una sorpresa.
- Fomenta el buen humor.
- Dile que estás feliz de que sea tu esposo/a.
- Recuérdale lo que más te gusta de él/ella.
- Intentemos sonreír, aunque estemos cansados y no nos apetezca. Sonriamos por pura determinación, por fe. ¡Es muy beneficioso tener un semblante alegre!
Por Katherine Zambrano Yaguana, PhD.
Universidad de Navarra.