Los conceptos de amor que los padres inculquen a sus hijos desde chicos, determinará gran parte de sus vidas.
Las etapas del desarrollo humano varían, por lo tanto, los intereses en cada una son diferentes. Cuando llega la adolescencia se inicia la búsqueda y consolidación de la identidad, es en este momento donde la prioridad es pertenecer a grupos y la aceptación de los demás, también empiezan los primeros pasos del enamoramiento donde lo hormonal puede llevar a pensar a los jóvenes que se trata de amor profundo. Por lo tanto, la guía de los padres es valiosa y no se trata de prohibir, sino más bien de dar una adecuada psicoeducación y un apoyo emocional, esto incluye tiempo, comunicación, afecto, escucha y comprensión.
Primero se debe tener en cuenta que la primera fase del amor es altamente fisiológica, es decir, las sensaciones son extremas y el placer parece desbordar, por lo tanto, la probabilidad de racionalizar es más baja y es ahí donde debemos ayudar a nuestros hijos y enseñarles que el amor va más allá del sentir, que se trata también de un proyecto de vida. Para esto la comunicación debe ser muy estratégica puesto que, si no lo hace de manera correcta, el efecto que logra es el contrario al deseado, y lo más probable es que sus hijos oculten información o no pidan su opinión.
Comunicación efectiva
Para que la comunicación sea efectiva debe tener en cuenta:
No hablarle a su hijo tocando su identidad
Un ejemplo de esto: Eres impulsivo, eres terco. Esto los va a poner a la defensiva.
Puede expresarse diciendo: Te estas comportando impulsivamente.
Si hablamos de la conducta la persona no va a sentirse atacada, por lo contrario, va a entender que es una acción y por lo tanto se puede modificar.
Reconocer los logros
Muchas veces los padres de familia suelen hablar con sus hijos para arreglar problemas. ¿Y qué pasa cuando están haciendo las cosas adecuadamente? En ocasiones parece que estamos activando un radar solo para lo negativo y esto no ayuda a afianzar la relación por eso es importante enfocarse también en lo que están haciendo correcto, dar un abrazo y felicitarlos hará más probable que esa conducta se repita.
Hablar de las propias experiencias
Contarles a sus hijos como fue su etapa de enamoramiento cuando estaba en su edad, con esto ellos se sentirán comprendidos y también aprenderán de las cosas que usted le relata. Cuando describa su historia no lo haga a manera de regaño solo cuéntelo como una anécdota.
Mostrar con el ejemplo
Sin dudad alguna la autoridad se gana con coherencia, si usted habla de respeto, de amor y comprensión es importante que también se denote en su trato hacia su pareja y a su familia en general, esto les ayudará a entender que el amor hacia alguien implica compromiso y reducirá el riesgo de que sus hijos sean violentos en sus futuros hogares o con sus respectivas parejas.
Expresar la necesidad y no la queja
En caso de que una acción o reacción lo haya hecho sentir mal, es mejor expresar su sentimiento. Evite decir: “es que tú”, es mejor hablarle de lo que usted está experimentando, por ejemplo: en vez de decirle eres un grosero, puede decir, me sentí muy triste y muy irrespetado cuando levantaste la voz, te pido que mejores tu actitud.
Hablar acerca de su proyecto de vida
Hacerle preguntas de como se ve en un futuro, reforzarle sus talentos y hacerle preguntas como ¿Qué cosas crees que afectarían tu proyecto de vida? Una vez su hijo responda validar su respuesta. Esto abrirá mucho más el diálogo y ayudará a no tomar decisiones precipitadas, como, por ejemplo, un embarazo temprano.
Resignificar el concepto de amor
Es muy valioso que usted les enseñe a sus hijos que el amor no tiene que ver con sufrimiento ni con sometimiento, sino más bien con crecimiento mutuo. Indíquele que en la pareja tanto el hombre como la mujer deben tener hobbies, anhelos, y metas propias, afírmele que tener una pareja implica volar juntos, pero no amarrados.
Importante
Recuérdeles a sus hijos que las emociones hacen parte de la vida y que tanto las ilusiones como las desilusiones son normales, también háblele de la importancia de aprender de cada experiencia, así vera las cosas como un aprendizaje y no como una máxima frustración.
Escrito por: Psic. Carol Obando, Directora del Centro internacional de PNL, Coaching y Psicología.
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