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Aceptarse, alimentarse y darse: tres pilares que ayudarán a nuestros jóvenes a reforzar su autoestima.

La adolescencia se la considera una etapa complicada, aunque yo creo que, más bien, es poco comprendida. Desde los 6 hasta los 12 años, nuestros hijos son como esponjas, adsorben todo lo que ven y escuchan, así que se puede aprovechar esta fase para inculcarles buenos valores y enseñarles a tener pensamiento crítico. Lo que muchos padres desconocen, es que esta absorción de información se realiza más de forma inconsciente que consciente, teniendo mayor relevancia lo que nuestro hijo ve y siente que lo que simplemente se le dice.

El muro

En este período se expresa todo lo vivido, saliendo a flote todos los aprendizajes. El adolescente buscará afianzar su identidad a través de retos, experiencias, dilemas y cambios de relaciones con sus amigos, familia e incluso consigo mismo. Suele ser poco comunicativo con sus padres, levantando un muro invisible, porque trata de tomar las riendas de su vida y empieza haciéndolo con sus decisiones.

El papel del padre

Durante la adolescencia, muchos padres se sienten rechazados o ya no se sienten parte de la vida de sus hijos; pero es importante entender que aquello es normal, y que esta etapa es crucial para la independencia emocional de los jóvenes. Es necesario darles su espacio sin hacerlos sentir que los rechazan o ignoran.

“¿No basta con alimentarlo?, ¿con educarlo?, ¿con darle techo?”. Es lo que normalmente escucho cuando hablo de la importancia de las emociones de los jóvenes con los padres, y siempre respondo: “Pues no. Criar a un ser humano es más que darle cosas externas, también es preocuparse por sus afectos”.

Pilares para una sana autoestima

Esto les permitirán brindar una ayuda a sus hijos, pero solo funciona cuando este tiene la apertura mental para dejarse guiar, pero, “¿cómo lo hago si mi hijo nunca me escucha?” Vamos a cambiar la estrategia: Déjelo que él o ella lo busque, y le va a decir lo siguiente: “Entiendo que estás creciendo y experimentando muchos cambios, solo quiero que sepas que eres importante para mí y siempre estaré cuando me necesites, porque eres mi hijo(a) y te amo”. En momentos de incertidumbre, él o ella lo buscará porque usted dio la apertura y lo hizo sentir protegido(a).

1er pilar – Aceptarse: Es indispensable, así como reconocer sus gustos y límites. En los jóvenes este elemento es crucial para desarrollar un criterio propio, el cual les permita tomar decisiones para su vida.

2do pilar – Alimentarse: Se trata de que se los guíe a una vida enriquecedora, de experiencias que lo hagan sentir que está en un constante desarrollo intelectual y físico. Se lo puede lograr con actividades que ellos sientan como un reto positivo: pintar, deportes, lectura, grupos sociales afines a sus gustos, etc.

3er pilar – Darse: Una vez que se lo introduzca en los dos primeros pilares, el tercero es esencial para reforzar sus habilidades sociales y empatía, ya que se le enseña a compartir sus conocimientos y sus virtudes con las demás personas. ¿De qué sirve ser personas íntegras y exitosas si no lo sabemos compartir?

Por Andrés Borbor
Psicólogo general
www.masvidaspositivas.com

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