Dios permitió que se conocieran y logró que ellos hicieran “clic”… formando tiempo después un sólido amor en Cristo Jesús.
En la vida solo Dios sabe en qué momento pondrá frente a nosotros a esa persona especial con la que Él desea que compartamos todo nuestro amor… y, esto siempre es y será en sus tiempos y no en el de nosotros y, un bello ejemplo de esto son los esposos Ricardo Valero Macías y Paula Hurel Astudillo, a quienes Dios juntó sin esperarlo y están inmensamente agradecidos con Él por eso.
Un amor inesperado
La historia de amor de esta pareja empezó en el lugar menos esperado, a las afueras de la iglesia. “Acostumbro y trato de ir diariamente a misa… y en la parroquia Santa Teresita, era la misa del último horario y nos encontramos con una señora que es amiga mutua de mi suegra, quien prácticamente nos presentó en ese momento sin esperarlo. En ese día conversamos algo en breve y se dio que dos semanas después nos volvimos a encontrar en un restaurante, no la reconocí, pero nos mirábamos y yo me decía: “¿Quién será es chica guapa?”, aunque no me acerqué ni la saludé”, relata Valero.
Ricardo, cuenta que después de un par de semanas se volvieron a encontrar él y Paula en la misa, fue ahí cuando se dio cuenta de quién era ella, porque la vio junto a su familia, con quienes estaban en el restaurante y, sintió vergüenza porque no la saludó… entonces se contactó con la amiga que los presentó, para que a través de ella lo disculpe por no haber sido tan educado con Paula.
Para alegría de Ricardo pudo luego conseguir el número de celular de Paula y a través de mensajes le pidió disculpas, por ende, empezaron a conversar y para asombro de ellos hicieron conexión rápidamente. Esto pasó a finales del año 2016.
Su primera salida
Paula, es quien cuenta los pormenores de su primera cita. Ella cuenta que quiso hacer caso a las señales que Dios le estaba dando, entre las principales que conoció a Ricardo en la iglesia, los presentó una amiga que los quiere mucho a ella y a él, que él era parte de una fundación que tiene como centro a Dios, entonces me dije: “debo darme la oportunidad de saber si es él idóneo para mí, entonces decidí aceptar salir con él”.
En aquella primera salida, Paula hizo esperar a Ricardo, pero la espera valió la pena, cenaron en un restaurante, conversaron de todo y mientras más hablaban, más notaban que había un “clic” entre los dos y, tan evidente fue que hasta los meseros del restaurante tuvieron que empezar a subir las sillas de las mesas de alrededor, para que ellos paren de hablar y noten que ya iban a cerrar… es una de las anécdotas que más sonrisas provocan en Ricardo y Paula.
Noviazgo y su valiosa formación en EDEN
Ricardo y Paula tuvieron un noviazgo de seis meses. “Yo ya estaba involucrado en una formación personal espiritual en algunos grupos de apostolado y principalmente en EDEN, que es un taller para enamorados y novios, en el cual ayudo al Padre Paulino Toral, pero también a la vez me formo y, gracias a ello entendí que no es el tiempo lo que determina que un noviazgo tiene futuro, sino en cómo te conectas con la otra persona y lo que debo entregar enamorado y como pareja”, indica Ricardo, quien agrega también que pese a no ser mucho tiempo, entendió que Paula era la mujer de su vida para formar una familia.
Ricardo le pidió matrimonio a Paula frente al sagrario de la parroquia Santa Teresita, acto muy simbólico para él, porque era su manera de demostrarle a su amada que su amor era puro y quería que Dios siempre lo bendijera. Paula aceptó y se casaron un año después.
Antes de casarse, durante todo ese año los novios compartieron también su formación en EDEN, al cual lo consideran mucho más que un taller o curso prematrimonial, lo ven como algo muy fundamental dentro de su historia, dando como resultado que Dios bendijera su familia con una bella hija (Ariana de la Buena Esperanza) y un bebé que está por venir, familia en la que tienen como centro a Jesucristo.
Consejos para los jóvenes
Un gran consejo que comparten los esposos Valero Hurel para los más jóvenes es que sean firmes en su búsqueda de Dios. “En el mundo les venden la idea de que deben siempre buscar de amores “líquidos” que se escapan entre los dedos, que no se comprometan y solo gocen… pero lo que Dios quiere para ustedes es que sigan sus mandamientos, sean felices y que tengan un amor sólido (como base la castidad), que tengan a su lado a chicos y chicas de bien, que amen a Dios y que luchen junto a ustedes ante todo y contra todo”, dicen los esposos.
Recomendaciones para los padres
Ricardo y Paula finalizan la entrevista no sin antes compartir varias recomendaciones a los padres:
- Enseñen de Dios a sus hijos desde casa. Esto se logra a través del ejemplo. Si los ven a ustedes leyendo la Biblia, el trato entre esposos o yendo a la iglesia, sus hijos querrán imitarlos y harán lo mismo.
- Fomenten virtudes y valores en sus hijos… sin olvidar que deben enseñarles que Dios los ama y desea verlos siempre felices a pesar de las pruebas.
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