El Pterigión es una anomalía ocular relativamente frecuente, esta produce un crecimiento anormal de tejido de la conjuntiva sobre la córnea.
En países como Ecuador, en donde la incidencia perpendicular de los rayos UV prevalece todo el año, la población está expuesta a una cantidad elevada de radiación, al encontrarnos sobre la línea ecuatorial. Esta exposición prolongada a los rayos ultravioletas, sumada a otros factores como el viento y el polvo, puede dar paso a una serie de problemas visuales, siendo el Pterigión el más frecuente si es que no se utiliza la protección adecuada.
El Pterigión es una degeneración de la conjuntiva que se manifiesta como un crecimiento de tejido carnoso en la parte blanca del ojo (conjuntiva).
Por lo general, este tejido aparece del lado más cercano a la nariz, llegando a invadir la córnea. Con el fin de brindar mayores detalles sobre esta patología visual, compartimos a continuación las causas, síntomas, prevención y tratamientos más adecuados en caso de un diagnóstico positivo.
Causas del Pterigión
Sus principales causas son:
La exposición al sol es la principal causa de esta enfermedad visual, además de otras condiciones ambientales irritantes como el polvo, el aire seco o el humo. Otros factores que contribuyen al desarrollo de esta patología son la altura y la resequedad ocular.
El Pterigión puede ser unilateral o bilateral, es decir puede aparecer en uno o en ambos ojos. El especialista señala que, si bien no se tienen estadísticas sobre la incidencia de esta patología en la población ecuatoriana, se estima que el 10% de las personas padecen algún grado de afectación de Pterigión.
Esta patología visual se puede presentar a cualquier edad, principalmente desde la adolescencia. Su grado de afectación depende de factores externos como los antes mencionados. Asimismo, el consumo de cigarrillo y el síndrome de ojo seco pueden contribuir a la progresión de la enfermedad.
Un factor de riesgo puede ser la ubicación geográfica. “En Ecuador, por la incidencia perpendicular de los rayos UV todo el año, recibimos una cantidad elevada de radiación, lo que hace a la población ecuatoriana más propensa a esta patología”, añade.
Síntomas
Sobre los síntomas más comunes:
Esta enfermedad visual, por lo general, es asintomática; sin embargo, el paciente puede notar que aparece una mancha blanquecina o rojiza sobre la córnea junto al iris, que es la parte que da color al ojo. Otros signos de alerta son:
- Enrojecimiento de los ojos
- Sequedad ocular
- Irritación y sensación de cuerpo extraño en el ojo
- Si el Pterigión invade la córnea de forma significativa, puede llegar a distorsionar la forma de la superficie anterior del ojo ocasionando astigmatismo, lo que afecta la visión.
Prevención y recomendaciones
Sobre prevención y recomendaciones para esta temporada:
En toda época es clave que la población se proteja de los rayos ultravioleta en espacios abiertos, principalmente con el uso de gafas de sol certificadas y la aplicación de gotas lubricantes artificiales para mantener el ojo hidratado y evitar la resequedad.
Para pacientes con síntomas de esta patología, es necesario un control oftalmológico, principalmente para realizar un diagnóstico diferencial de otras afecciones como carcinoma escamoso o conjuntivitis flictenular.
Tratamiento
Sobre los tratamientos más adecuados:
Para el diagnóstico no se necesitan exámenes especiales, se confirma con un examen físico de los ojos. Tras conocer el diagnóstico, la mejor solución al problema dependerá del grado de la patología y las condiciones del paciente tras una correcta evaluación oftalmológica.
Sin embargo, el tratamiento más habitual, son las lágrimas artificiales o los antiinflamatorios tópicos. Con esto se busca reducir los síntomas, aunque estos tratamientos no eliminan el problema.
En muchos de los casos las medidas antes mencionadas suelen aliviar los síntomas, no obstante, el Pterigión puede seguir creciendo hasta invadir significativamente la córnea. En estos casos la solución puede ser la intervención quirúrgica.
La cirugía consiste en retirar el tejido carnoso y sustituirlo por un autoinjerto de la propia conjuntiva del paciente. Se trata de un procedimiento menor, ambulatorio, cuyo postoperatorio es corto, con rápida recuperación, sin embargo, existen casos que el Pterigión puede reaparecer después de la cirugía.
Fuente: David Verdesoto, oftalmólogo especialista en catarata y segmento anterior de la Clínica Andes Visión.
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