Compartimos contigo cuatro errores errores importantes al comunicarte con tu pareja, puntos que pueden conducir a un divorcio.
Un huracán es uno de los fenómenos meteorológicos más severos. Las partes principales de un huracán son las bandas nubosas en forma de espiral alrededor de su centro. El ojo es un sector de bastante calma, y la pared del ojo está compuesta de nubes densas; en esta región se localizan los vientos más intensos del fenómeno.
Pero, ¿sabías qué justo en el centro de la peor tormenta hay calma? ¿Pero cómo puede ser que en medio de una terrible tormenta haya viento?
Es un momento en el que la mezcla de viento y corrientes calientes hace que la tormenta se retroalimente y crezca más y más. Así que, aunque parezca que lo peor ha pasado, viene lo peor.
Algo muy similar sucede en las malas rachas en la vida de pareja y en una crisis matrimonial. Los momentos de «tensa calma» en realidad están alimentando la tormenta.
John Gottman es un psicólogo famoso que desarrolló estrategias para predecir con gran precisión (94-95%) si una pareja se divorciaría, es decir, si la tormenta será destructiva.
Él construyó un «laboratorio de amor» en la Universidad de Washington (hoy en día, este laboratorio ya está cerrado y se ubica en Seattle) donde las parejas pueden descubrir todo lo que podría salir mal en su relación.
Ante una crisis matrimonial
Gottman, en este ejercicio, definió 4 jinetes del apocalipsis de la vida de pareja: conquista, guerra, hambre y muerte, utilizando la analogía de las sagradas escrituras para definir lo que sucede en el ojo de la tormenta entre las parejas. Estos jinetes son:
- Las críticas destructivas: ¡Dejas tirada la ropa por todos lados! ¡Estoy harta de ti!
- La actitud defensiva: ¡Tú tampoco eres capaz de hacerlo, así que no me vengas con historias!
- El desprecio: ¿No entiendes el español?
- El encierro o la evasión: – indiferencia–
Si te das cuenta, en cada una de estas expresiones manifestamos nuestra frustración, vulnerabilidad y cansancio. Las cosas serían muy diferentes si aprendiéramos a decir eso que necesitamos de forma eficiente, sin juzgar ni lastimar al hacerlo.
Gottman encontró, basándose en estadísticas, que las parejas pueden establecer rutinas de comunicación basadas en uno o dos jinetes, pero podrían acumularse los cuatro, generando que los efectos de la tormenta fueran peores.
7 escalones
Pero, como sabes, la tormenta se enfría frecuentemente al tocar tierra. La velocidad a la que se mueve y su fuerza hacen que sea más fácil de afrontar. Por lo tanto, en este «laboratorio de amor,» Gottman también definió 7 escalones o pisos para «enfriar» la tormenta:
- Respetar con empatía las diferencias.
- Mostrar cariño y admiración por las virtudes y fortalezas del otro.
- Fomentar la relación de equipo al resolver los problemas.
- Conocer el mundo interno del otro: sus necesidades, valores, experiencias pasadas, prioridades y lo que lo estresa.
- Mostrar interés en su mundo interno.
- Lidiar con los cambios y gestionar conflictos.
- Crear un significado compartido, enriquecerse con el otro.
Ante una crisis matrimonial, Gottman propone que una intervención basada en estos 7 pisos o escalones debe buscar fomentar el sentido de trascendencia compartido, la amistad y el manejo de conflicto, desarmando así el conflicto verbal y aumentando la empatía, para finalmente favorecer los lazos de amistad y crear metas comunes. Si regreso a mi ejemplo inicial, Gottman diría que caminar en común es dejar de alimentar la tormenta.
Invitar a Jesús a nuestro matrimonio
Quienes profesamos la fe católica sabemos que encontrarnos en el ojo del huracán también tiene su origen en dejar de invitar a Jesús a nuestro matrimonio, en dejar de preguntarnos qué haría Él aquí.
Así que agrega una oración sincera a los esfuerzos propuestos por Gottman, y para que cada matrimonio tenga el amor de cada día.
«Señor, danos hoy nuestro amor de cada día, porque el amor cotidiano de los esposos es el pan, el verdadero pan del alma, el que les sostiene para seguir adelante», Papa Francisco
«Que el amor, reforzado por la gracia del sacramento del matrimonio, se manifieste más fuerte que cualquier debilidad…», Papa Juan Pablo II (+).
Escrito por: Leily Diazmacip, consultora familiar y docente, vía Catholic-Link.
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