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Las personas con ortorexia eliminan de su dieta ciertos alimentos de forma drástica, porque piensan que no son saludables.

La ortorexia nerviosa se define como el comportamiento obsesivo por una alimentación adecuada y saludable, es un término reciente introducido por el doctor Steven Bratman a principios de este siglo, el cual está empezando a ser valorado como un trastorno de conducta alimentaria por profesionales de la salud debido a ciertas características similares en relación a otros trastornos.

Se caracteriza por la elección de alimentos que el paciente considera saludables y que limita la variedad de alimentos que ingiere en base a la calidad y no tanto a la cantidad buscando el consumo de alimentos “puros” causando una distorsión de una dieta saludable.

Este tipo de comportamiento alimentario llevado a la práctica de manera crónica puede perjudicar gravemente la salud provocando: adelgazamiento, desnutrición, anemia, depresión, ansiedad, entre otras.

Es importante mencionar que este tipo de comportamiento lo suelen padecer más las mujeres que los hombres y se relaciona con rasgos de personalidad como el perfeccionismo y la obsesión, además de baja autoestima y dependencia emocional al juicio externo de otras personas sobre su imagen. Estos factores de riesgo pueden incrementar la posibilidad de desarrollarlo.

Los pacientes que padecen este trastorno eliminan de manera subjetiva y no en base a prácticas saludables alimentos que contribuyan a mejorar su salud, ya que, pueden llegar a ser muy restrictivos en cuanto a lo que deciden comer y van eliminando alimentos como lácteos, carnes, grasas, a su vez rechazan alimentos que contengan conservantes o colorantes, es decir alimentos procesados prefiriendo alimentos de un origen en concreto como orgánicos, de huertas, crudos o cocinados e incluso teniendo una forma concreta de masticar.

 

 

Diagnóstico de la ortorexia nerviosa

Criterios de diagnóstico de ortorexia nerviosa:

  • Preocupación intensa por comer sano.
  • Ansiedad y evitación de comer productos considerados no saludables.
  • Al menos dos ideas sobrevaloradas sobre efectividad y potencial beneficio de los alimentos.
  • Preocupación ritual por la compra, preparación y consumo de alimentos no debido a ideas culinarias sino a ideas sobrevaloradas de los alimentos.
  • Pérdida de peso.
  • Aislamiento social causando malestar y limitaciones debido a la fijación con la alimentación sana. (Fuente: Tabla de criterios propuestos por Barthel 2015).

Ten presente

Una vez identificado el problema el paciente debe requerir ayuda profesional por parte de un médico, psicólogo y nutricionista para brindarle herramientas y alternativas saludables en su tratamiento, el cual va a conllevar un proceso y tiempo variable según el caso.

Aquello que es bueno como cuidarnos en nuestros hábitos de alimentación escogiendo opciones saludables puede convertirse en algo dañino si no lo sabemos controlar debido a que caer en constantes prácticas de dietas sin asesoría de un profesional puede llevarnos a hacerle daño a nuestro cuerpo y a su vez distorsionando enfoques de salud verdaderos.

Hoy en día hay mucha información sobre nutrición la cual no toda está evidenciada y sostenida por argumentos científicos por lo que no hay que seguir dietas de moda o hacer lo que a otra persona le funciona si sabemos que cada cuerpo es distinto y por tanto sus necesidades varían.

Seamos conscientes para que cuidarnos sea un camino de conocernos mejor y darle a nuestro cuerpo salud a través de hábitos saludable equilibrados sin caer en extremos. Recordemos que no existen alimentos buenos ni malos es la frecuencia, la cantidad y la calidad lo importante.

 

 

Escrito por: Melissa Coto, Nutricionista. IG: melcoto_

 

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