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Pasos para vivir de manera distinta el año 2024 que comienza, ¡con más optimismo y confianza!

Los católicos sabemos cada vez que se inicia un nuevo ciclo litúrgico con la fiesta Cristo Rey vivimos un año más para acompañar a Jesús, para acercarnos un poco más a él, para madurar nuestra cercanía a Dios. Así que vivir un año nuevo cristianamente tiene mucho que ver con la confianza… ¿y si lo convertimos en el principal propósito del año nuevo?

En las fiestas de fin de año, lo cristiano es la confianza en la providencia de Dios, es decir, saber que nuestra vida está en las manos de Dios.

Dios no espera de nosotros ningún ritual o ceremonia, solo espera un sí, un sí al llamado particular que nos hace a cada uno a buscar la Santidad en nuestra maternidad, en nuestro trabajo, en el tráfico, en la enfermedad, etc.

Te comparto una canción de Ana Bolívar «La vida comienza»:

Un propósito diferente para este año

Carlos Díaz define la confianza como: la esperanza firme que se tiene en una persona, la capacidad para soportar las dudas. La confianza solo puede depositarse en la relación interpersonal, no se puede confiar en el azar, cuando en quien confiamos es en Dios sabemos, que nos dirá el qué, pero también nos irá revelando el para qué y el cómo.

En esta época en la que vivimos inundados de padecimientos como depresión y ansiedad, el 2024 es una buena oportunidad para escuchar la voz de Dios diciéndonos «No te preocupes».

Esta respuesta emocional es una respuesta predecible ante la vida en un mundo herido, donde la inseguridad y desconfianza es lo más común, pero con cada «No te preocupes» se nos ofrece la oportunidad de experimentar la misericordia y el amor atento de un Dios que comprende nuestro tiempo.

Seamos mucho mejores en este año 2024

Te propongo los siguientes ejercicios para que puedas escuchar mejor el 2024:

  • Pon de tu parte: si lo tuyo es el enojo y andar corriendo despiértate más temprano, haz las cosas sin prisas, a veces andar corriendo no nos deja poner atención en los detalles. Recuerda «el minuto milagroso».
  • Inicia tu oración con un agradecimiento, reconoce las bendiciones de Dios en tu vida. Y para no olvidar tu oración, planea realizarla con algo que debas de hacer a diario, por ejemplo, proponte realizar en cuanto te dispongas a ponerte los zapatos para comenzar el día.
  • Mira a la gente de tu alrededor. Hoy ya no vemos a los ojos, aprovecha estas fiestas para guardar el celular y escuchar mirando, el encuentro nos rodeará de esperanza e ideas para este nuevo año.

 

Escrito por: Leily Diazmacip, consultora familiar y docente, vía Catholic-Link.

 

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