Zoonosis: datos que debes conocer sobre estas enfermedades infecciosas.
Las enfermedades zoonóticas, también conocidas como zoonosis, son enfermedades infecciosas que se transmiten desde los animales al ser humano, y viceversa, y representan un gran porcentaje de todas las enfermedades recientemente identificadas, así como gran parte de las existentes. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), seis de cada diez enfermedades infecciosas son zoonóticas, mientras que, tres de cuatro nuevas patologías emergentes también lo son. Algunas de estas condiciones son el VIH, la leptospirosis, la rabia, entre otras.
El impacto de la zoonosis no solo radica en el daño a la salud pública, sino también genera pérdidas económicas debido a la estrecha relación con los animales del sector agrícola, los animales de compañía y el entorno natural. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas enfermedades pueden causar problemas en la producción y comercio de productos de origen animal destinados a la alimentación y otros usos.
Es prioritario combatir enfermedades como la leptospirosis, una enfermedad bacteriana que genera daño hepático, renal, hemorrágico e, incluso, la muerte de los animales. A causa de la globalización, las enfermedades zoonóticas se diseminan rápidamente y causan mayores daños. Por ello, la vacunación y la desparasitación desempeñan un papel fundamental en el control de la zoonosis y la protección de la salud interconectada de personas y animales.
Zoonosis y las enfermedades infecciosas
Datos clave sobre las enfermedades infecciosas:
- Impacto: hoy se conocen más de 200 enfermedades zoonóticas. Algunas son leves, pero otras pueden ser graves o letales, como la rabia y la leptospirosis.
- Causas: las enfermedades zootécnicas pueden ser generadas por virus, bacterias, parásitos e, incluso, hongos.
- Transmisión:
Infección directa: mordeduras, arañazos, contacto con saliva, sangre u orina de un animal infectado.
Infección indirecta: contacto con espacios contaminados o con el hábitat natural del animal infectado. Por ejemplo: el lugar favorito de un animal de compañía, granjas, establos, entre otros.
Consumo de alimentos y agua contaminada.
Vectores: insectos que se alimentan de sangre (hematófagos) e ingieren los microorganismos patógenos de un portador infectado, ya sea humano o animal.
Prevención: no existe una solución perfecta para eliminar estas enfermedades infecciosas. Sin embargo, estas soluciones son las más afectivas:
- Vacunación: no solo protege a las personas y a los animales, sino que también detienen contagios de las enfermedades, y de esta manera se controla la zoonosis. Por ejemplo, la leptospirosis, una enfermedad que afecta a mayor escala a animales que nadan o beben aguas contaminadas estancadas y que, gracias a la vacunación, se puede prevenir y disminuir la severidad de los signos clínicos en algunos casos de infección.
- Desparasitación: esta acción minimiza o elimina la carga parasitaria en los animales, con el consecuente impacto en su entorno. Si bien es necesario que los cuidadores de los animales de compañía supervisen y verifiquen la presencia de pulgas o garrapatas, la consulta veterinaria es esencial para seguir el tratamiento adecuado contra los parásitos internos y externos de estas especies.
Es prioritario que los animales de compañía sean controlados de forma periódica por especialistas.
En el caso de los menores de edad, se debe prestar mayor cuidado. Es importante que los cuidadores supervisen a los infantes para que no tengan contacto con los animales que puedan presentar riesgo. Si tomamos las medidas correctas, no solo disminuiremos el riesgo de contagio, sino también se contribuirá a prevenir la diseminación de estas
enfermedades.
Fuente: Juan José Fresán, gerente de Salud Animal de Boehringer Ingelheim para Ecuador y Perú.
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