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Cáncer de Mama: ¿Cómo prevenirlo? Los exámenes de laboratorio ayudan a detectarlo a tiempo.

El cáncer de mama es una enfermedad caracterizada por el crecimiento descontrolado de las células en la mama, lo que puede dar lugar a la formación de un tumor maligno capaz de invadir tejidos cercanos o diseminarse a otras partes del cuerpo. Este tipo de cáncer puede originarse en diversas partes del tejido mamario, como los conductos (carcinoma ductal) o los lobulillos (carcinoma lobulillar).

Según el Registro Nacional de Tumores (RNT), 1 de cada 10 mujeres en el mundo desarrollará cáncer de mama a lo largo de su vida, mientras que, en Ecuador, el riesgo es aún más alarmante: 40 casos por cada 100.000 mujeres.

Anualmente, se diagnostican en el país más de 35.000 nuevos casos de cáncer, de los cuales el 25% corresponden a cáncer de mama, destacando la magnitud de esta amenaza para la salud pública.

El Dr. Jefferson Cedeño, médico general de Labs, resalta que entre los síntomas más comunes del cáncer de mama se encuentra la aparición de un bulto o masa en la mama o la axila. Otros signos incluyen cambios en la forma o el tamaño del seno, retracción del pezón y secreciones anormales.

Aunque el cáncer de mama no suele causar dolor en sus etapas iniciales, es esencial consultar con un médico si se experimenta cualquier molestia o anomalía persistente. Es crucial recordar que no todos los síntomas son indicativos de cáncer, ya que otras afecciones también pueden generar estas señales.

 

 

Marcadores tumorales: herramientas clave en la detección temprana del cáncer de mama

Los marcadores tumorales, sustancias detectables en sangre, orina o tejidos, son fundamentales en el monitoreo y diagnóstico del cáncer de mama. Aunque no son concluyentes por sí solos, complementan otras pruebas vitales como las mamografías, biopsias y resonancias magnéticas, aportando información crucial para un diagnóstico preciso.

Entre los principales factores de riesgo se incluyen los antecedentes familiares de la enfermedad, la edad avanzada, la exposición prolongada a hormonas femeninas, la obesidad y el consumo de alcohol. No obstante, una parte significativa de las mujeres diagnosticadas con cáncer de mama no presentan ninguno de estos factores, lo que subraya la importancia de la detección temprana y la realización de pruebas periódicas.

El diagnóstico temprano sigue siendo el factor determinante en el éxito del tratamiento. Se recomienda a las mujeres realizarse autoexámenes de mama regularmente y someterse a mamografías anuales a partir de los 40 años. Otros métodos de diagnóstico incluyen ecografías mamarias, resonancias magnéticas y biopsias, los cuales permiten una evaluación más precisa en casos sospechosos.

 

 

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