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Los buenos modales son la clave de cortesía que toda persona debe practicar, pues aunque parecen pequeños gestos, tienen un gran impacto.

Los buenos modales son fundamentales para crear un ambiente de respeto y armonía entre los miembros de la familia y en la sociedad. A donde vayamos, los modales siempre serán necesarios y bien vistos; son los gestos que generan un profundo impacto.

La manera en que nos comunicamos y actuamos influye directamente en nuestras relaciones diarias; si lo hacemos de la manera correcta, crearemos un espacio donde todos se sientan valorados y escuchados.

 

 

El hogar: el corazón de los modales

Practicar buenos modales, como decir «por favor» y «gracias», pedir disculpas y mostrar empatía, no solo ayuda a evitar conflictos, sino que también enseña a los más jóvenes la importancia de la cortesía y el respeto.

En un hogar donde los modales son prioridad, se promueve un clima de confianza y colaboración, fortaleciendo los lazos familiares y mejorando la convivencia. Ayudando a construir un mundo mejor.

Los padres son esos transmisores de modales que nutren a los hijos para ser agentes de paz y del bien, como san Francisco de Asís. Los buenos modales son un propulsor de evangelización.

 

 

Modales dentro de la educación

María Montessori promueve los siguientes modales dentro de la educación bajo su propio modelo:

SALUDO Y DESPEDIDA

Enseñar a los niños, desde pequeños, a saludar y despedirse adecuadamente para fomentar la conexión y el respeto entre las personas.

USO DEL «POR FAVOR» Y «GRACIAS»

Dos expresiones para resaltar la importancia de la cortesía en la comunicación diaria. Estas palabras suelen ser llamadas «las palabras mágicas» porque, en efecto, hablará bien de ellos.

ESCUCHAR ACTIVAMENTE

Todos queremos ser escuchados y tenemos la necesidad de compartir con los demás; por ende, respetar cuando alguien tiene la palabra -y evitar interrumpirlo- es un principio clave.

Además, es importante enseñarles a aportar con prudencia cuando el otro termine de hablar. Fomentar la práctica de escuchar a los demás muestra interés y respeto por las palabras de quien está hablando.

PEDIR DISCULPAS

Valorar el acto de reconocer errores y pedir perdón es clave para la resolución de conflictos, principalmente entre hermanos y en la escuela. No dudes en enseñar a tus hijos que todos podemos cometer errores, pero lo importante está en reconocerlos y aprender de ellos, sin olvidar pedir disculpas.

AYUDA Y COLABORACIÓN

Fomentar la disposición a ayudar a los demás y trabajar en equipo, cultivando la empatía y la solidaridad.

Como ves, implementar buenos modales desde pequeños, fomenta su sentido de responsabilidad, educación y autoestima.

CUIDADO DEL ENTORNO

Promover la responsabilidad en el cuidado del espacio y de los objetos compartidos, enseñando a respetar lo que nos rodea.

 

 

Escrito por: Karen Hutch, vía Aleteia.

 

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