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Este artículo se propone desarrollar una «radiografía de la familia ecuatoriana», con el propósito de reflexionar sobre los profundos cambios socio demográficos que está viviendo.

El objetivo es generar un debate sobre cómo comprender y enfrentar estos cambios, promoviendo el trabajo a favor de la familia, tanto a nivel individual como colectivo, a través de una mirada crítica  a las transformaciones sociales actuales.

Toda imagen es una interpretación: depende del ángulo, la calidad del instrumento, la escena escogida y la perspectiva del observador. Así también, esta radiografía parte desde conceptos que considero relevantes para  guiar la interpretación de esta institución social:  a).  la familia es una  institución fundamental, que ha demostrado con el paso del tiempo, que es insustituible, en su función de construcción de los individuos y base de la sociedad;  b). se encuentra en permanente transformación, tanto por cambios propios del ciclo vital de los individuos que la conforman, como porque entendida desde un enfoque sistémico, intercambia de manera permanente influencias con los entornos locales, las ideologías, las crisis de diversa magnitud nacionales o globales;  c). en el caso de la familia, no cabe la frase:  “los tiempos pasados fueron mejores”.  Aunque suele idealizarse la familia del pasado —padre proveedor, madre cuidadora, numerosos hijos—, estas estructuras escondían, en muchos casos, altos niveles de violencia interna naturalizada. Hoy, gracias a marcos de derechos y protección, las familias avanzan hacia relaciones más equitativas y recíprocas, con padres más involucrados en la crianza y esfuerzos por conciliar vida laboral y familiar.

En cuanto a la escena seleccionada, nos vamos a centrar en el debate de dos complejos cambios  sociodemográficos.  Si bien el concepto de «cambios sociodemográficos» puede sonarnos distante, lo estamos viviendo cotidianamente: menos niños en las familias, postergación del matrimonio y la parentalidad, al igual que el aumento de la esperanza de vida, entre otros aspectos.  A continuación, presento algunas estadísticas cruciales como base para esta radiografía:

  • Cambios sociodemográficos: menos niños, más longevidad

La familia, a nivel mundial, está experimentando profundos cambios en su estructura. Los jóvenes se casan más tarde, postergan la parentalidad o, en muchos casos, eligen no tener hijos. Ello ha provocado una notable disminución de la tasa de fecundidad. La Tasa Global de Fecundidad (TGF) en Ecuador ha descendido de 2,7 hijos por mujer en 2010 a 1,9 hijos en 2022 (1). Esta cifra se ubica por debajo del nivel mínimo de reemplazo poblacional (2,1 hijos), lo que tiene efectos a corto, mediano y largo plazo en la estructura social.

Por otro lado, la esperanza de vida ha aumentado también en nuestro país. Este indicador ha aumentado de 73,8 años en 2001 a 76,5 años en 2022 (2).  Pese a que pareciera apenas 3 puntos en dos décadas, es un indicador que refleja desigualdad entre provincias y sexo.  Es así que provincias como Loja, Azuay y Pichincha lideran los promedios más altos nacionales (alrededor de 81 años), en tanto en zonas amazónicas como Orellana y Napo el indicador señala 71 años.  Y las mujeres tienen 6 años más de esperanza de vida que los hombres.

Desafíos sociales: violencia y desigualdad

Un tema preocupante en la actualidad es la violencia de género. Se estima que 6 de cada 10 mujeres ecuatorianas han sufrido algún tipo de violencia, y en 2024 se reportó que una mujer es asesinada cada 27 horas en el país. Esta cifra refleja la urgente necesidad de mayores y más efectivas medidas y acciones que protejan a las mujeres y fomenten el respeto en las relaciones familiares (3).

En el ámbito de la distribución de las tareas domésticas, las mujeres siguen siendo las principales responsables. Aunque muchas de ellas también tienen trabajos remunerados fuera del hogar, dedican un promedio de 31 horas semanales a las labores domésticas, mientras que los hombres solo aportan 11,3 horas. Este desequilibrio en la repartición de las tareas domésticas refleja una desigualdad persistente en la estructura familiar, que limita el desarrollo personal y profesional de las mujeres (4).

  • El contexto ecuatoriano: migración juvenil y crisis de seguridadEcuador atraviesa una grave crisis de inseguridad, que ha afectado la vida cotidiana de las familias, generando un clima de vulnerabilidad y temor. La violencia y la inseguridad han limitado la participación de las personas en actividades recreativas y comunitarias. Uno de los efectos de esta situación es que enfrentamos una  ola migratoria, especialmente de  jóvenes, en los últimos cinco años. Se estima que alrededor de 2 millones de ecuatorianos han emigrado, representando entre el 8% y el 10% de la población (5).

Cuestionamientos y retos sobre los cambios y desafíos familiares
La disminución de la tasa de fecundidad y el cambio en los patrones familiares nos plantean interrogantes que requieren una mirada profunda y sistémica para iniciar el debate sobre las posibles respuestas: ¿Por qué los jóvenes prefieren no tener hijos o postergan la maternidad/paternidad? ¿Qué mecanismos de apoyo existen para los padres que deben equilibrar su vida laboral con la crianza? ¿Cómo la sociedad apoya la conciliación familia-trabajo? ¿Cómo impacta el deseo de ser padres una sociedad que ofrece una inadecuada educación pública y una educación privada que se encarece anualmente?, ¿Cómo ha impactado los discursos sobre la familia como sacrificio en el deseo de formar un hogar?  ¿De qué otras maneras podemos hablar sobre la familia, sobre la parentalidad?.  Estas son sólo algunas de las preguntas que nos podríamos hacer.

Por otro lado, el aumento de la esperanza de vida trae consigo nuevos retos. La generación de adultos mayores, antes dispuesta a asumir tareas de cuidado de los nietos, ahora enfrenta una realidad social más compleja, una resignificación de sus vidas, la atención de los padres ancianos.  Lo que debería cuestionarnos la necesidad de reorganización de los sistemas de apoyo y cuidado a esta población y un replanteamiento de las políticas públicas en materia de salud y cuidado.

La violencia de género y la desigualdad en las tareas domésticas son problemas que deben ser abordados a nivel colectivo. Si bien estos temas son percibidos por algunos como problemas privados, en realidad afectan a toda la sociedad. Se requiere un esfuerzo conjunto para crear relaciones familiares más equitativas, en las que prevalezca el respeto, la solidaridad y el compromiso.

Lo que no nos dicen las estadísticas
Las estadísticas son necesarias para entender los problemas, pero a menudo no reflejan las dinámicas positivas dentro de las familias ecuatorianas. Aunque muchos jóvenes demoran en tener hijos, cuando los tienen se los escucha y percibe más comprometidos con los procesos de crianza.  Hay un creciente interés por la participación activa de los padres en la crianza.  Así, vemos más papás involucrados en la vida familiar, lo que refleja un cambio positivo para las relaciones al interior de la familia. Además, los vínculos entre generaciones se están fortaleciendo, ya que el cuidado de los adultos mayores nos exige apoyo a todos.

Reflexiones finales: Una institución que resiste y se transforma

La familia, como institución humana universal, ha sobrevivido a guerras, conquistas, epidemias, migraciones forzadas y transformaciones sociales profundas. Los datos actuales, si bien muestran desafíos —menos nacimientos, más adultos mayores, desigualdades persistentes y violencia—, también reflejan oportunidades: mayor participación de los padres, nuevas formas de crianza, creciente conciencia sobre equidad y derechos.

Hoy, como en el pasado, la familia sigue siendo el refugio vital y la base sobre la que se construye la vida individual y social. Su capacidad de adaptación, de reformularse y fortalecerse frente a los retos, nos invita a confiar en que, con compromiso y solidaridad, las familias ecuatorianas continuarán siendo pilar esencial del bienestar colectivo.

Marcela Frugone J., PhD

Docente de la Universidad Casa Grande

mfrugone@casagrande.edu.ec

IG:  @marcela_frugone

Fotos: Freepik.es

Referencias

(1) Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). (2023). Resultados Censo de Población y Vivienda 2022. https://www.ecuadorencifras.gob.ec/censo-de-poblacion-y-vivienda-2022/

(2) Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). (2022). Esperanza de vida al nacer en Ecuador. https://www.ecuadorencifras.gob.ec

(3) Consejo Nacional para la Igualdad de Género (CNIG). (2024). Informe sobre violencia de género en Ecuador.

(4) Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC). (2021). Encuesta del Uso del Tiempo.

(5) Organización Internacional para las Migraciones (OIM). (2024). Tendencias migratorias en Ecuador. https://www.iom.int

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