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Sí, los tiempos han cambiado y muchas cosas son diferentes, pero estas siguen siendo muy importantes. De los olvidos que como madre cometes al criar a tus hijos.

El mundo ha sufrido cambios significativos de una generación a otra. Los tiempos han cambiado y hoy, nosotras, las nuevas madres, enfrentamos un escenario muy diferente.

Cada vez son más las madres que trabajan fuera de casa, que son cabeza de familia y que se esfuerzan todos los días por «estirar» los tiempos para cuidar de sus hijos. Hay muchas actividades que en definitiva ya no se pueden hacer y otras que, pase lo que pase, no debes darte «el lujo de no hacer». ¿De qué estamos hablando?

1. Hacer, por lo menos, una comida en familia

Si bien es cierto que como mujeres la parte de la preparación de los alimentos recae sobre nosotras, también es una realidad que hoy hacemos y damos lo «más rápido», «lo más práctico» y lo que se puede con los recursos a la mano. Pero dejando de lado por un momento la nutrición de los niños, hay una cuestión todavía más importante: los sentimientos y emociones que se generan y transmites durante la ingesta de alimentos. Ninguna comida debería ser momento para regaños y discusiones. 

No importa cuál de las comidas sea la que compartas con tus hijos, tal vez solo sea la cena o los domingos, mas procura que sea amable, amena y alegre. El manjar más delicioso puede ser el más amargo y el alimento más humilde un suculento manjar si se comparte con amor. 

No importa cuál de las comidas sea la que compartas con tus hijos, tal vez solo sea la cena o los domingos, mas procura que sea amable, amena y alegre.

2. Revisar con frecuencia su vista, dientes y pies

En nuestro apresurado ir y venir vemos sin observar, y muchos y serios problemas pueden estar frente a nosotras y no verlos hasta que ya se han convertido en daños irreversibles. Por ello, verifica que todos tus hijos vean bien, sí, revisa que su visión sea saludable. Por lo regular son los maestros quienes detectan estos problemas antes que los padres, porque tienen la oportunidad de pasar más tiempo con ellos en ejercicios que implican cierta agudeza visual como la lectura.

Si está dentro de tus posibilidades, haz que tus hijos reciban tratamientos de ortodoncia; muchos adultos se sienten acomplejados y presentan inclusive problemas respiratorios considerables porque no se atendieron con oportunidad a este respecto.

Si alguien te comenta que tu niño tiene alguna dificultad, no te sientas culpable ni lo tomes a mal, solo actúa y verifica que todo esté en orden.

Y los pies no se quedan atrás: te sorprendería saber la cantidad de maestras que detectan a pequeños con «pie plano» o alguna otra malformación ortopédica. 

Si alguien te comenta que tu niño tiene alguna dificultad, no te sientas culpable ni lo tomes a mal, solo actúa y verifica que todo esté en orden.

3. Buenos modales

Cuando un niño se está criando «solo» se nota, y lo mismo sucede cuando hay una madre que está educando a sus hijos, pues estos son educados y considerados con los demás. Aquí te voy a decir un secreto: para educar a un hijo no necesitas estar todo el día con él, solo requieres ser consistente, congruente y constante con tus palabras, tus pensamientos y tus actos. El poco o mucho tiempo que pases con ellos les mostrará el modelo correcto y confiable que habrán de imitar.

Hay muchas cosas que puedes dejar a un lado, no hacer y hasta delegar a otros, pero la formación y crianza de los niños siempre será tu mejor trabajo y tu mayor fuente de gozo. Y entonces date tiempo para disfrutarlos.

Vía Familias.com

 

 

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