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El amor de pareja tiene que pasar por muchas vivencias, lo cual dará a notar si las expectativas que se tienen eran realidad o no.

Amor de pareja: expectativa y realidad…

Durante mi niñez y adolescencia varias películas formaron parte de mi crecimiento, así como de las creencias e ilusiones que iban generando con respecto a lo que era una relación de pareja, a corta edad las princesas que esperaban un príncipe era algo que quería y creía, el beso del hombre amado me despertaría de un gran sueño o eran el complemento “necesario” para obtener la felicidad, ya que la frase “vivieron felices para siempre”, era el ideal.

Tuve la oportunidad en este mes, de ver la película “The Lobster” del director Yorgos Lanthimos, en donde de forma muy peculiar, como es su forma de hacer películas, exponía como las personas sienten la continua necesidad de tener una relación amorosa, del fracaso que supone el no conseguir estar con nadie; de lo que las personas están dispuestas a hacer para estar con alguien; del miedo; y de todas las cosas que nos suceden cuando intentamos encontrar pareja.

Si hasta el momento, lo que vas leyendo te hace ruido, sea por experiencias personales o de otros, entonces has podido darte cuenta de que, al momento de interactuar en la vida real, las relaciones no siempre son como las películas, digo “no siempre”, porque también he podido conocer historias hermosas de amor que parecen ser sacadas de una; idealizar a otro que viene con su propio paquete de creencias, proceso trabajados o no trabajados, emociones, etc., puede ser un tema complicado.

Adicional, algo que no solía ver en estas películas donde se idealiza el amor romántico, es que en las relaciones no existían dificultades, conversaciones incómodas (pero necesarias), infidelidades, violencia entre otros puntos, inclusive las novelas también influían alimentando un poco más estas creencias; en la actualidad tenemos diferentes posturas en las nuevas propuestas del cine o televisión, aunque el idealizar a los personajes se sigue observando, o “el amor todo lo vale”, “hacer sacrificios por el amor”, entre otros puntos.

 

 

Posturas para escoger y demostrar tu amor de pareja

Entonces, después de revisar un poco el contexto en el cuál algunas creencias o ideas de amor romántico se han ido formando, te pregunto: ¿Desde que postura estás eligiendo a tu pareja?, desde la necesidad de estar con alguien y el complementarte o desde el deseo de poder compartir con alguien; son diferencias importantes, no es lo mismo elegir a un otro desde el deseo libre y sin urgencia, que hacerlo desde la necesidad por no querer estar solos o cumplir con los estándares sociales.

Elegir a la pareja desde una necesidad imperiosa de tenerla, puede surgir de la dificultad de estar con uno mismo en soledad, problemas de autoestima, miedo al rechazo u otros procesos que son importantes revisar; de ahí esa búsqueda desesperada e indiscriminada de otro que llene esa falta o que nos complete; creencias que puedan ir surgiendo de como lo fuimos aprendiendo, escuchando o viviendo, en donde como consecuencia se puede producir una elección desesperada.

Elegir desde el deseo -adulto, responsable afectivamente, gestionando las emociones, sabiendo poner límites- nos da la posibilidad de mirar al otro de una forma más abierta, real, teniendo mayor claridad sobre quien es tu pareja, desde lo que deseamos tener en una relación y el disfrute de la propia soledad, es un punto de partida para una buena elección.

Después de reforzar desde donde hago mi elección, empezamos el paso a paso en la construcción de bases sólidas en la pareja, haciéndolo desde una realidad más que desde una expectativa de ideas generadas por este “amor romántico”; el poder consolidar esta relación desde el respeto, valores, lealtad, comunicación, etc., es un compromiso personal de trabajo continuo para obtener resultados en pareja.

 

 

Escrito por: Psi. Paulina Gaibor Espinosa. Celular: 0991183942.

 

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