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Andrés Santos es un abogado de 35 años, graduado de la Universidad del Pacífico de Guayaquil, Máster en Relaciones Internacionales en la Universidad de Guayaquil quien actualmente es gerente general en la firma Santos, Gómez y Asociados, especializada en Derecho Constitucional. 

Él dirige un movimiento político llamado FIRMES, que busca ser un actor político en las próximas elecciones, aunque hasta ahora ha participado en alianza con otros partidos. FIRMES se basa en un ideal de involucrarse en la política sin colusión, y sus miembros defienden valores como la vida, la familia y la civilización cristiana.

El movimiento observa una crisis de valores en Ecuador y en Occidente, mencionando problemas como legislaciones que favorecen el aborto y que perjudican a las familias. FIRMES surge como respuesta a la necesidad de representación política para quienes desean restablecer valores y condiciones para un progreso real en el país. La participación en FIRMES ha estado ligada a jóvenes y personas cercanas a la Iglesia Católica, y se plantea la importancia de que los católicos se involucren en la política.

Andrés Santos destaca que el mal prospera cuando las personas justas no actúan. Observa una lucha interna en su grupo, ya que a veces los talentosos dudan en expresarse públicamente. Cristo destacó que el mundo es astuto y que es necesario un equilibrio entre ideales elevados y la astucia, adicionalmente menciona que durante su experiencia en FIRMES, ha visto que expresar opiniones firmes en las redes puede hacer frente a políticas dañinas.

Santos también reporta un cambio significativo en el activismo, no solo FIRMES, sino muchos movimientos laicos que han instado a los candidatos presidenciales a defender la vida. Afirma que los políticos temen perder votos al ignorar las demandas de los movimientos. La estrategia de FIRMES es clara: si no hay un compromiso con la defensa de la familia, ellos ocuparán una posición de oposición.

A lo largo de 2023, los políticos intentaron alinearse con diversos grupos para mantener su aprobación, temiendo perder votos en las elecciones. Se destacó una marcha nacional reciente en defensa de la familia y la vida, recordando una similar de 2017, aunque esta última no tuvo el mismo impacto debido a la falta de elecciones. La gente decente teme participar en política por la corrupción del sistema y el miedo a las repercusiones personales. Muchos profesionales se sienten limitados para expresar sus opiniones debido a su trabajo y sus compromisos, lo que dificulta el apoyo a iniciativas importantes. Los jóvenes que tienen ideales deben ser alentados a compartirlos. La verdad debe ser públicamente proclamada, siguiendo el principio de que «una lámpara no se oculta», acotó Santos.

Es crucial considerar el bienestar familiar antes de tomar decisiones políticas, ya que no todos tienen los recursos necesarios para afrontar los riesgos que incursionar en esta implican. Pero al mismo tiempo es indispensable promover la inclusión de personas íntegras y competentes en la política, comenta Santos, quien al mismo tiempo cree que Gabriel García Moreno, fue un político ecuatoriano que se dedicó al servicio del país y fue asesinado por sus creencias. Para rescatar el país, podría ser necesario un compromiso total hacia el bien común, adherido a un ideal que va más allá de lo político y está vinculado a las enseñanzas cristianas. La voluntad divina se manifiesta en todos los acontecimientos, y es posible hacer cambios significativos sin necesidad de ser candidato a un cargo público, agrega.

Para Santos, los laicos en Ecuador enfrentan un deber importante y una lucha cultural por la civilización cristiana que está siendo cuestionada. Hay tareas que requieren atención, especialmente en el ámbito público. La prioridad es proteger a las familias. Los católicos deben encontrar maneras de salir de situaciones difíciles y apoyar causas que resalten sus valores. A menudo es mejor mantener una posición de independencia que de sumisión a los poderes establecidos. Un libro que tuvo un gran impacto en Santos fue «Revolución y Contrarrevolución» de Plinio Correa de Oliveira. Este libro detalla el plan del demonio para desmantelar la civilización cristiana y ofrece estrategias para resistir. Plinio sugiere que la contrarrevolución católica comienza en el alma, a través de la vida interior y la gracia. Esa armonía interna es fundamental para tener la fortaleza necesaria en la lucha.

Santos observa que las revoluciones históricas, desde el protestantismo hasta el comunismo, que han desafiado los principios de la iglesia. Actualmente, se enfrenta una nueva revolución, influenciada por la ideología de género y el tribalismo, que busca deshumanizar a las personas y desmantelar la civilización cristiana, afectando valores como el respeto y la convivencia.

El sistema educativo actual presenta un enfoque ideológico que puede debilitar la moral y la identidad ecuatoriana. Hay una crítica a la evangelización en América que minimiza la labor de la Iglesia y busca desestabilizar su papel en la historia. Los libros de texto a menudo retratan de manera negativa a personajes históricos como García Moreno, ya que la narrativa de la historia varía según quien la cuente. La educación juega un papel crucial en cómo se percibe la historia y en la identidad cultural. A pesar de reconocer los logros de los gobiernos posteriores, Santos cuestiona por qué un país mayoritariamente cristiano cede ante el liberalismo, que considera negativo en este contexto, aunque no necesariamente siempre y nos invita a reflexionar sobre la historia y la identidad nacional.

Para ver la entrevista completa ingresa a nuestro canal de youtube: https://youtu.be/6uqtGyJ_cO8

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