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Sentir ansiedad es una señal de que llevamos demasiado tiempo sin escuchar las necesidades de nuestro cuerpo y mente.

La ansiedad es una emoción que todos hemos experimentado en algún momento, la cual produce una reacción psicofisiológica en el sistema nervioso central y de todo el organismo que se caracteriza por tener inquietud, una intensa excitación y una extrema inseguridad. Es normal y saludable sentirla en algunos casos porque también nos pone en estado de “alerta” para actuar con cuidado y discernimiento, por lo que sí es importante aprender a gestionarla.

La ansiedad al igual que las demás emociones influyen en nuestra conducta alimentaria, es decir, sí podemos en determinado momento escoger nuestros alimentos según como nos sentimos y eso podría perjudicar nuestra salud, ya que refugiarnos en la comida puede ser una forma de creer que nos sentiremos mejor cuando la raíz del problema es otra.

Es importante conocer si la ansiedad que estamos atravesando es por situaciones que están pasando realmente o por situaciones que aún no han ocurrido creando en nosotros angustia y aflicción. En muchos casos puede ser momentánea, pero también puede transformarse en un estado mental crónico provocando algún tipo de trastorno. Es una emoción que hoy en día se experimenta mucho más y su origen tiene diferentes causas dependiendo de cada persona.

 

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¿Cómo afrontar la ansiedad?

Puntos a tener en cuenta:

  • Detectar la causa y actuar buscando apoyo psicológico según el caso.
  • Beber suficiente agua, mantenernos hidratados puede ayudarnos a tener buenos niveles de energía, disminuir la fatiga y cansancio, mejorar nuestra concentración y evitar dolores de cabeza.
  • Consumir alimentos ricos en triptófano (aminoácido) como huevos (sobre todo la yema), proteínas animales, chocolate negro, frutos secos, legumbres, levadura de cerveza, alga espirulina, cereales integrales, lácteos sin azúcar añadida, piña, plátano, aguacate, brócoli, zanahoria, apio, entre otros.
  • Consumir alimentos que aporten calidad nutricional, es decir naturales en su mayoría y evitar los procesados.
  • Detectar los antojos y asesorarse con la apropiada educación nutricional sobre qué nutrientes podrían estar deficientes y mejorar el estilo de vida.
  • Hacer ejercicio para controlar la ansiedad y el estrés.
  • Reducir o evitar el alcohol.
  • Limitar o evitar la cafeína.
  • Prestar atención a los alimentos que causan sensibilidad que también influyen en nuestro estado de ánimo.
  • Cuidar la flora intestinal porque interviene en nuestro estado de ánimo y salud mental.
  • Consumir comidas saludables y balanceadas que incluyan frutas, vegetales y pescados ricos en omega 3.
  • Consumir carbohidratos complejos altos en fibra para mantener buenos niveles de glucosa en sangre y energía sostenible.

Recuerda

Cuidar nuestra salud física es algo que comprende nuestro cuerpo, mente y espíritu, debemos hacerlo de forma integral ya que descuidar uno va a afectar al otro también.

Si conocemos la causa de nuestra ansiedad debemos actuar para aprender a gestionarla correctamente y mejorar, sin acostumbrarnos a vivir en un estado mental y emocional que nos desgasta y que podría enfermarnos. Nuestra alimentación tiene consecuencia positiva o negativa en todo nuestro organismo y debemos cuidarlo formándonos para nuestro bien y el de los demás.

 

ANSIEDAD 2

 

Escrito por: Melissa Coto, nutricionista. IG: melissacoto_

 

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