Los Bascompte Birkett son una familia numerosa, donde el amor, el afecto, el tiempo de calidad y la comunicación se viven a diario.
La mayoría de matrimonios actualmente tienen el pensamiento de tener uno o dos hijos máximo, la “parejita” como los llaman, un niño y una niña, pero existen también parejas de esposos que ven en tener una familia grande una bendición que no se la pueden negar, este es el caso de Christian Bascompte Llerena y su esposa Joanna Birkett Lértora, quienes siempre quisieron tener mínimo cuatro hijos y Dios les cumplió el deseo de su corazón.
Christian con 37 años de edad y Joanna con 34 son padres jóvenes, en noviembre de este año cumplirán 13 años de casados, pero algo que en serio los unió fue compartir el mismo deseo, tener una familia grande. “Desde que éramos enamorados conversamos sobre tener una familia grande, mínimo cuatro hijos… es más cuando le comenté a Joanna que quería tener cuatro hijos ella dijo: “este es” y lo demás vino por añadidura”, indica Christian.
En estas épocas son pocos los hombres que quieren tener familias grandes. Christian es hijo único y siempre pensó que al tener un apellido poco común debía tratar que el legado continúe, con lo que no contaba es que sus cuatro hijos serían varones, lo cual los ha llevado a conversar sobre la posibilidad de realizar el intento por una mujercita.
Lo realmente valioso
Para Christian el haber tenido su primer hijo varón era como cumplir con todos los requisitos sociales, luego con el segundo no tuvo problemas no importaba el sexo, pero ya con el tercer embarazo él estaba convencido de que sería niña, y le decía a Joanna que sería una nena, pero cuando llegaron a la consulta para ver el sexo del bebé el ginecólogo les dijo que era niño… y ya con el cuarto ambos se convencieron que no iban a tener una niña, pese a que sus amigos y familiares los molestaban diciendo que sí sería niña.
“Joanna siempre tuvo la certeza de que el cuarto embarazo era niño, pese a que en ciertos momentos era molestoso que nos digan que tenía que ser niña y poco más que era culpa nuestra que haya nacido varón. Creo que es un estigma de la gente que te etiqueta por tener familias grandes”, expresa Bascompte.
Una gran bendición
Para los Bascompte Birkett el tener una familia grande se ha basado mucho en su fe y creencias, no solo el tener los hijos que Dios te envía, sino los que puedan cuidar y criar correctamente.
“Nunca pensé en tener cuatro varones (Cristian Adrián 12 años, Hans 8 años, Klaus 5 años y Niels 1 año y medio), pero uno no tiene los hijos buscando que nazca mujer o varón, es lo que Dios nos envió y una vez que están en tus brazos no los cambias por nada del mundo, ni por una niña”, comenta Joanna.
Christian y Joanna concuerdan en que los niños son la base de la sociedad, son la plataforma para un futuro. En su caso particular, están criando a sus hijos en el respeto a los demás y en especial a las mujeres y además en que crean en el matrimonio, esto porque hoy los jóvenes tienen miedo a casarse y a tener hijos.
La pareja indica también que si fueran otros tiempos quizás hubiesen tenido más de cinco o seis hijos, pero justamente sus convicciones religiosas los han guiado a formar esta familia con cuatro.
Criar a cuatro hijos varones
A decir de Joanna algo que hay que resaltar de los hijos varones es su energía, de hecho, en comparación con las hijas de sus amigas, ellas no tienen la misma fuerza e intensidad de los varones, que están todo el tiempo jugando, peleando, subiendo, brincando, nunca están tranquilos, lo cual a decir de ella la ha sacado de su zona de confort y ha sido todo un reto que lo afronta con amor, mas cuando pese a que ella es parvularia, este año y medio debido a la pandemia, le tocó lidiar con la teleeducación y no ha sido tan fácil, contrario a lo que muchos podrían pensar, porque los hijos no se comportan igual con los maestros que con los padres.
En el caso de Christian, la paciencia ha sido una virtud que ha tenido que cultivar, para poder lidiar con cada uno de sus hijos, porque todos ellos tienen necesidades de diferente tipo, pero a cada uno de ellos se les debe dar su tiempo y afecto… “Los fines de semana son agotadores para mí”, dice entre risas Christian.
Cabe mencionar que hace 10 años tomaron la decisión de que Joanna deje de trabajar, porque el proyecto familiar era tener una familia numerosa y no querían que los críe otra persona.
El apoyo de la madre de Christian y el de su suegra ha sido de gran ayuda en la crianza de los cuatro hijos que tiene con Joanna, porque ellas les han permitido el tener su tiempo como pareja, poder salir, realizar viajes cortos e incluso solo salir a caminar cerca a casa para renovar energías.
Cada hijo es un mundo distinto
Christian Adrián, el mayor, tiene la misma personalidad de Joanna, creativo, alegre, bien portado, súper activo y actualmente practica baloncesto y guitarra, de hecho, es muy pegado a su papá.
“Pese a que con él creo que nos consumimos el 80% de las energías también sufrió el rigor de la reglas y normas de la casa”, indican los esposos Bascompte Birkett.
Hans es un chico más tranquilo, súper tecnológico e ingenioso. Hace funcionar cualquier aparato electrónico y le gusta mucho trabajar con las manos. Eso lo ha llevado a ser travieso. Tiene bastante “labia”, cuando quiere algo busca la forma de convencer a sus padres y lograr lo que él quiere.
Klaus es un “bacán”, muy libre, fácil de tratar, dócil, ocurrido, payaso, bromista, amiguero, muy sensible y defensor de sus hermanos… es más les dice a sus padres cuando ellos hacen algo, pero les pide que no los castiguen, que solo era para que estén informados.
“Niels es muy pequeño para ver como despunta, pero tiene buen carácter y es inquieto. Después de Hans y Klaus pensamos que estaba fácil esto de tener hijos, pero Niels nos ubicó y nos recordó que no es tan fácil”, comenta Christian.
Temores en el crecimiento de los hijos Bascompte Birkett
Para Christian y Joanna el inicio de la adolescencia siempre fue lo que más les preocupó, porque las maneras de enfrentar los problemas son diferentes, debido a que los chicos empiezan a pensar de manera propia, tienen sus opiniones y ahí es donde hay que saber cómo decirles que pueden tener validez sus argumentos, pero que la vida no necesariamente es así.
“El tema de las drogas quizás es una de las cosas que más nos preocupan, porque si bien siempre han estado, hoy son mucho más asequibles. Eso lo hemos hablado muy claro con Cristian Adrián sobretodo, le hemos dado todas las herramientas e información para que el tenga esa capacidad de discernimiento, ya dependerá de él decidir si acepta o no entrar en ese mundo”, indican los esposos.
Christian agrega que el acceso a la información también es una preocupación, porque hay muchas influencias en las redes que les permiten contrastar lo que nosotros como padres tratamos de inculcarles, porque al ser niños todavía no tienen la suficiente capacidad para entender y comprender ciertos términos y temas. “Nadie les va a poder una información más completa, amplia y verdadera que nosotros los padres”, puntualiza.
¿Cómo son mis papás?
Los chicos Bascompte Birkett comentan cómo son sus padres:
Christian Adrián: mi mamá es cariñosa y nos quiere mucho y mi papá trabaja mucho.
Klaus: mi papá juega conmigo a la pelea, pero mi mamá se enoja cuando nos portamos mal.
Hans: mi papá es muy paciente y mi mamá juega con nosotros y es rubia.
Consejos a las nuevas parejas
Antes de finalizar su participación, Christian y Joanna comparten bajo su experiencia varios útiles consejos para las parejas jóvenes:
- La relación más importante es la que tiene la pareja, los hijos son prestados.
- Tenemos la responsabilidad de educarlos y enseñarles a caminar en la vida.
- El amor entre esposos debe ser cultivado. Los hijos llegan a complicar el matrimonio, siempre denle preferencia a la vida en pareja.
- Siendo padres uno descubre cosas nuevas en la pareja. Con cada hijo nos hemos enamorado mucho más.
- Tengan hijos sean estos uno o dos, no les tengan miedo… ¡sí se puede! Es maravilloso saber que tú criaste esos seres y verlos crecer es la mejor recompensa.
- Para muchos los temas financieros terminan siendo un “impedimento”, estamos convencidos que la mejor inversión han sido nuestros hijos.
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