Los alimentos pueden parecer extraños por las condiciones meteorológicas que dañan sus superficies, pero mantienen el sabor y conservan sus cualidades nutritivas.
Walmart, la empresa familiar de los Walton, la tercera mayor corporación pública del mundo (con ventas en 2015 de 167,000 millones de dólares); la cadena de mayor oferta de empleo privado en el mundo, con más de dos millones de empleados, y la minorista más grande del planeta, ha iniciado una prueba piloto en algunas de sus tiendas en Estados Unidos –de donde es originaria—que podría cambiar la historia del brutal desperdicio de alimentos útiles que actualmente se produce en todo el planeta.
Se trata de un sistema que ha sido propuesto por organizaciones sociales dedicadas a recuperar alimentos para los más pobres y que en inglés recibe el nombre de “ugly fruit and vegetables” (“fruta y vegetales feos”): alimentos que pueden parecer extraños por condiciones meteorológicas o por el calor mismo que daña sus superficies, pero que saben idéntico y conservan todas sus cualidades nutritivas.
Walmart probará las ventas (con descuento) de manzanas dañadas por la temperatura, en lugar de tirarlas al basurero.
Las tiendas de comestibles, generalmente, no separan los alimentos maltratados. Por ello, pierden una gran cantidad en ventas, al tiempo que aumentan el desperdicio de comida. Walmart ha estimado –recientemente– que tan solo los consumidores en Estados Unidos desperdician 29,000 millones de dólares en alimentos comestibles cada año.
Esta primera semana de agosto, Walmart probará las ventas (con descuento) de manzanas dañadas por la temperatura, en lugar de tirarlas al basurero. Lo hará en bolsas de dos y cinco libras en 300 tiendas del Estado de Florida y, posiblemente, en otras tiendas un poco más adelante. Ya lo ha estado haciendo desde el pasado mes de abril en 400 tiendas del Estado de Texas con las llamadas “Spuglies” (patatas deformes y pequeñas).
La fruta y la verdura “fea” es normal que se produzca en las granjas y en los sembradíos, pero representa un dilema para los comerciantes puesto que, en realidad, el promedio de los consumidores ponemos a un lado los productos golpeados o con alguna cicatriz, incluso pequeñísimas cortaduras, o que son más pequeños “de lo normal”. Casi todos estos productos se tiran, contribuyendo al desperdicio alimentario que tanto ha denunciado el Papa Francisco (como una de las lacras del sistema capitalista de consumo).
“Mientras que textura y sabor permanecen perfectos, el exterior dañado hace estos frutos generalmente invendibles en el mercado, porque no cumplen estándares de grado (de apariencia) tradicionales”, dijo a este respecto Shawn Baldwin, vicepresidente de Walmart Estados Unidos en el blog de la compañía.
El movimiento representa un reto para Walmart, quien intenta recuperar la opinión que tiene la gente sobre las áreas de productos frescos de sus 4,000 tiendas en Estados Unidos. También representa la respuesta a la petición hecha por 145,000 firmas –a través de Change.org—de consumidores que pidieron a Walmart dejar de tirar tanto alimento dañado, pero viable para el consumo humano. De que esto sea un éxito podrá depender que otras cadenas y otros países encuentren una medida similar. Y se reduzca, realmente, el hambre y el desperdicio de alimentos en todos el mundo.
Vía Aleteia