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El Arzobispo de Guayaquil, Cardenal Luis Cabrera, afirmó que en el cónclave los purpurados no eligen al Pontífice según los contrapesos geopolíticos, sino que buscan un Papa cercano que sienta “en su corazón la pasión por Cristo”.

En declaraciones a DNews, el cardenal ecuatoriano fue consultado sobre la posibilidad de que sea elegido nuevamente en Papa latinoamericano. El Cardenal Cabrera respondió que los purpurados “tampoco entramos en esos pesos y contrapesos geopolíticos que si de Asia, que si de África, que si Europa y América Latina”.

Afirmó que dentro del Colegio Cardenalicio se desea “un Papa que esté dispuesto a trabajar con los demás, un Papa cercano, un Papa que siente en su corazón la pasión por Cristo, la pasión por el mundo, la pasión por los demás. Un Papa que nos invite a ser hombres y mujeres de esperanza”.

Asimismo, descartó que haya una división de conservadores y progresistas, porque “esas categorías no existen entre nosotros”, sino “la fidelidad al Evangelio”.

Yo creo que el Papa Francisco justamente utiliza una metáfora, desempolvar el Evangelio y ponerlo en el centro de la vida, en el corazón de la Iglesia, comunicarnos esa novedad que Jesús nos trajo para decir que somos hijos de Dios, que somos hermanos”, añadió.

El Cardenal Cabrera, uno de los 133 purpurados electores, también recordó que el gran protagonista del cónclave es el Espíritu Santo, la tercera persona de la Santísima Trinidad que asistirá a quien sea elegido “con su fuerza, con su sabiduría”, pero además, agregó, el nuevo Pontífice contará con el apoyo de todos los católicos porque no estará solo.

En la entrevista, el Arzobispo de Guayaquil aclaró que en el cónclave “no hay nada de secretismos, nada de misterioso”, sino que el encierro es sólo para “crear un ambiente, un espacio donde cada cardenal pueda, en su conciencia, votar por la persona que considera más adecuada, únicamente pidiendo al Espíritu Santo que le ilumine, que lo asista”.

“De tal manera que ese encerramiento es para garantizar la plena libertad, de manera que no haya presiones que sean sociales, económicas, políticas, religiosas y también otro tipo de intereses que puedan aparecer”, añadió.

Sobre la duración del próximo cónclave, el purpurado recordó que la elección del 2013 duró tres días, “pero tengamos en cuenta que ya se conocían algunos de los cardenales y que en esta ocasión 108 hemos sido elegidos por el Papa Francisco y no nos conocemos”.

“Entonces, llevará más o menos tiempo. Yo no podría arriesgarme a hacer un cálculo, puede ser un día, dos días, tres días, en fin. Pues los tiempos serán los que son”, expresó.

Por Eduardo Berdejo vía Aciprensa

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