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No hay ningún tratamiento que haga evitar los cólicos y esto suele ser muy frustrante para sus progenitores. ¡Conoce más y comparte!

Después de casi dos años viviendo con el coronavirus se puede decir que las visitas pediátricas han bajado, sobre todo las visitas a urgencias, más de dos tercios de las visitas al hospital no son urgentes y se pueden evitar.

Normalmente los padres primerizos se preocupan con cualquier lloro del bebé y ante la duda van a urgencias, pero ¿cómo se han comportado los padres la pandemia?

Lo que más preocupa y asusta a muchos padres son los lloros inconsolables de sus recién nacidos, normalmente suelen deberse a necesidades normales de los bebés como hambre, frío, sueño o que toca cambio de pañal y después de estas por lo que más suelen llorar es debido a los denominados “cólicos del lactante”. Solo un 5% de los lloros se debe a enfermedades.

Gracias a las mascarillas, la distancia social, las medidas de higiene… las enfermedades más típicas de los más pequeños como las bronquiolitis, laringitis, gripe e infecciones respiratorias han debilitado los últimos meses, pero los llantos de los más pequeños siguen preocupando y ahora más que nunca los padres quieren tener ciertas claves para saber remediarlos y no tener que acudir a un hospital.

 

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¿Qué son los cólicos del lactante?

Un 40% de los recién nacidos padecerán en algún momento lo que se llama “cólicos del lactante”, pero ¿en qué consisten estos cólicos y cómo pueden evitarse?

El cólico del lactante es un episodio de llanto inconsolable que se inicia súbitamente y que se da en menores de cuatro meses. Normalmente es vivido por los padres con gran angustia y desolación y cumple la «regla del tres»: los episodios ocurren durante más de 3 horas al día, al menos tres días a la semana y tres semanas.

 

 

Identificar los cólicos del lactante

Compartimos una serie de consejos para saber identificarlos:

  • Llora largos periodos de tiempo, normalmente a la misma hora, entre las 6 de la tarde y las 12 de la noche. Además, cada episodio tiene un principio y un final bien definido y sin relación con lo que el niño estaba haciendo previamente.
  • Aparentemente, no muestra ningún síntoma de enfermedad.
  • Se muestra irritable, inquieto y molesto.
  • Muestra rigidez en el abdomen y en el tronco.
  • Encoge las piernas y aprieta los puños.
  • Se pone rojo.
  • Se despierta con mucha facilidad y tiene mayor dificultad para dormirse.
  • Es inconsolable y le cuesta tranquilizarse con estímulos que en otro momento si le relajan. Es decir, que ni cogiéndolo en brazos o haciéndole carantoñas se calma.
  • Su peso y su talla no se ven afectados.
  • El llanto es diferente al normal, suele ser más intenso y con un tono más alto.

 

 

Consejos para sobrellevarlos

No hay ningún tratamiento que haga remitir los cólicos y esto suele ser muy frustrante para sus progenitores. Pero hay formas de aliviar a nuestro bebé y hacer que la vida sea más sencilla tanto para él como para los padres. Estos son algunos consejos:

Estar calmados

Lo primero y más importante es mantener la calma , es un proceso transitorio y pasará , si uno se pone nervioso transmite esos nervios al bebé. No hay tampoco que culparse a uno mismo ni al bebé.

 

 

Cogerlo en brazos y mecerlo boca abajo

Teniendo cuidado de no comprimirle su tripa, hay que mecerlo suavemente frotándole suavemente la espalda. Puede que esta posición le recuerde a cuando estaba en vientre de mamá y le calmará.

Que expulse los gases

La mejor manera para conseguirlo es mediante masajes suaves con movimientos circulares en el estómago.

Darle de comer en la postura correcta

No importa que se le esté dando leche materna o biberón, hay que comprobar que se hace en la postura correcta para que no traguen aire y le produzcan gases. Además, hay que intentar hacer eructar al bebé más a menudo.

 

 

Uso de productos específicos

Existe una gran variedad de productos dedicados a prevenir los cólicos en bebés y que ayudan a los papás a cuidar de forma segura a sus hijos, como, por ejemplo, biberones, tetinas y chupetes con tecnología anticólico.

Cuidar su alimentación

En su alimentación también podemos incluir productos que contribuyen a la prevención de los cólicos con formulaciones elaboradas especialmente para ello, como leches de inicio que poseen nucleótidos, que favorecen la flora intestinal y mejoran su digestión y combaten el cólico del lactante.

Prepara un baño con música tranquila para relajarte

Está demostrado que algunos bebés responden positivamente al sonido.

Ponle calor en la pancita

Y mejor si los llevamos a una habitación en penumbra que reduce la estimulación ambiental que recibe.

Piel con piel

Mantener contacto piel con piel ayudará a calmarle.

 

 

Fuente: DosFarma.

 

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