Compartir:

En medio de protestas violentas y pérdidas humanas, los nicaragüenses han vivido meses de desesperación y desconsuelo. El dolor de nuestros hermanos se hace eco en todo el mundo y la Iglesia se convierte en vocera.

Nicaragua vive tiempos complicados. Más de 300 muertes han sido el resultado de los tres meses de crisis social y política que sufren los habitantes del país centroamericano. Los representantes de la Iglesia han dado su testimonio al mundo y obispos de todo el continente expresaron su solidaridad a los afectados.

Desgarradores testimonios

“Han sido 4 horas de ataque con armamento militar pesado, destruyendo las iglesias. A algunos les han amenazado de muerte, pero hemos dado la cara porque es muy injusto lo que el gobierno está haciendo. Es un genocidio. No tiene otro nombre”, expresa el padre Augusto Gutiérrez, párroco vinculado a la comunidad indígena de Moninmbó, sur de Masaya, Nicaragua, lugar que ha sido atacado por fuerzas paramilitares leales al gobierno de Daniel Ortega.

Su testimonio, entre lágrimas, dado en entrevista con radio COPE de España, rompió fronteras y se ha transformado en un grito de auxilio dirigido a la comunidad internacional. “Este barrio es de gente humilde, un barrio indígena de gente trabajadora. Desde hace tres meses el gobierno se ensañado contra la población en toda Nicaragua. El gobierno está matando (…) Tiene que haber una ayuda internacional que detenga esta masacre y se salve al pueblo porque esto no es guerra, la gente se defiende con lo que puede. Con piedras y artesanía de pólvora… Esto no puede ser, no pueden seguir gobernando. Estamos en una situación de completa emergencia”, agregó el sacerdote.

“Les agradezco mucho a ustedes desde la radio de España y a su gobierno, que no nos dejen morir. Intervengan por favor, hagan algo”, exclamó el párroco, cuyo testimonio se suma a otros tantos que por estas horas lo único que hace es confirmar la situación de una Iglesia “bajo ataque” y junto al pueblo que sufre.

Los obispos de América Latina se solidarizan

El Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam) manifestó a través de un comunicado “cercanía y solidaridad” para con el pueblo de Nicaragua, al igual que con los representantes de la Iglesia que están siendo víctimas de ataques y persecución:

Les alentamos a seguir siendo defensores de los derechos humanos y portadores de la esperanza

Los obispos convocaron para el próximo 22 de julio que se realice en las celebraciones religiosas de cada uno de los países del continente “una oración especial por el Pueblo de Nicaragua”. Por su lado, Monseñor Silvio José Báez, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Managua, dice que en Nicaragua «hay motivos para llorar», ante un pueblo desarmado, de niños y mujeres asesinadas, las torturas de los jóvenes y los tantos desaparecidos, por lo que llama a sentir el dolor ajeno y orar por la reconciliación.

La voz de los obispos se suma a las que se han estado manifestando en las últimas horas de parte de la comunidad internacional, entre ellas la de la Organización de Estados Americanos (OEA) que ha votado una resolución de condena al régimen de Ortega y ha pedido adelantar las elecciones dos años para marzo de 2019. Esto sucede a tres meses del inicio de una crisis social y política que de momento ha dejado centenares de muertos y heridos, además de una Iglesia protagonista tanto como mediadora para el diálogo, pero también como víctima del régimen.

Vía Aleteia.

Compartir: