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Caer en la «rutina» no es el problema, el problema es no usar las herramientas que disponemos para salir de ella y tener un estilo de vida más entretenido.

De vez en cuando, la rutina nos pega a todos y es normal. Entonces, el problema no está en llegar a ese estado, sino en mantenernos en él. La cotidianidad, el ajetreo del día a día, las responsabilidades, las listas de cosas pendientes y ocupaciones varias serán común denominador en la mayoría de nosotros. Así como el trabajo, la casa, los amigos, los estudios, los papás, el esposo, los hijos, el sobrino, el voluntariado, el supermercado, la vida misma.

Y ahí, sin darnos cuenta, todo se vuelve monótono y en algún momento, por cualquiera sea la razón, paramos y nos preguntamos: ¿Por qué me estoy sintiendo tan estancado/a, desmotivado/a o aburrido/a? RUTINA es la respuesta a esta pregunta.

La realidad es que, parar tu vida, comprar un pasaje de avión e irte a hacer “eat, pray, love” no es ni lo más factible, ni la solución a nuestros problemas (aunque claro está, ganas no nos faltan). La idea es que podamos ser conscientes de esta rutina, y este punto siempre será el más importante. Una vez identificado el patrón en el que estamos cayendo, no nos juzgamos ni nos criticamos por eso, sino que buscamos un plan de acción.

¿Qué podemos hacer?

  • Hábitos

Aunque son muy útiles y nos ayudar a desarrollar acciones positivas, a veces, sólo un pequeño cambio en hábitos rutinarios puede darle un vuelco a tu día. El desayuno que tomas todos los días cámbialo tres veces a la semana, por uno más apetitoso y diferente. Cambia el camino por donde siempre vas en el carro o mientras caminas. Utiliza esa ropa que hace rato tienes al fondo de tu armario. Crea una nueva rutina de las noches, incluye cosas que normalmente no haces.

  • Planifícate

Planea un viaje, una escapade de fin de semana, una salida con amigos, un buen libro que quieras comenzar, la serie que tienes ganas de ver, la comida que mueres por probar, la limpieza pendiente que tienes por hacer. Planea pequeñas y grandes experiencias o situaciones que quieres que sucedan y proponte que pasen.

  • Ábrete a nuevas experiencias

Seguramente ya tienes suficiente en tu día y así mismo, tienes suficientes amigos, actividades y responsabilidades como para sumarte más. Pero a veces, algo nuevo y refrescante es justo lo que necesitamos.

Conoce a nuevas personas o conversa con aquellas que tienes cerca pero nunca has interactuado. Siéntate y almuerza en un lugar diferente. En vez de escuchar la misma música de camino a la universidad o el trabajo, escucha un podcast o escucha una charla motivacional. Prueba algún tipo de ejercicio nuevo que te saque de tu zona de confort, agarra el periódico y busca qué actividades nueva están ofreciendo en tu ciudad.

  • Escoge el vaso medio lleno

Mucho de caer en la rutina tiene que ver con la forma en la que vemos la vida. Si constantemente la estamos viendo negativa, alarmante, cansona y rutinaria, es así como nos vamos a sentir. Sé capaz de encontrar lo positivo en el día, de voltear las situaciones que te molestan por unas mas edificantes.

Por ejemplo, el tráfico horrible de lunes te puede dar la oportunidad de llamar a aquella persona con la que hace mucho tiempo no hablas. Tienes que hacer las compras de la casa y no quieres, en vez de frustrarte pensando en que debes hacerlo, date permiso para comer algo rico y diferente ese día antes de ir a hacerlas. Te toca trabajar hasta tarde, hazte un buen snack que disfrutes para la larga jornada.

Así, cada quien en la situación que esta viviendo irá encontrando ejemplos, cambios, situaciones y tips prácticos para incluir en su rutina.

Por Psic. Cl. María José Barredo S.
Master en Cuidados Paliativos y Psicoterapia
mjosebarredo@gmail.com

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