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Un botiquín bien equipado, el uso apropiado de la correa o la protección de las almohadillas son factores clave para asegurar un paseo feliz… pero hay más.

Disfrutar de la montaña es uno de los mayores placeres para los amantes de la naturaleza y si, además, vas acompañado de tu fiel amigo, miel sobre hojuelas. Para que esta experiencia no se vea amargada por falta de prevención o contratiempos inesperados, es preciso tener en cuenta una serie de consejos. Te los explicamos a continuación.

Información previa

Con la ayuda de internet, mapas o el “boca a boca”, averigua todo lo relativo al lugar y entorno escogido para la excursión.

Comprueba que los perros estén permitidos en los caminos.
Consulta si por la zona hay animales salvajes, ganado o fauna protegida.
Recuerda que algunos parques naturales tienen prohibido, en determinados tramos, que los perros correteen fuera del camino señalado.
Mira a ver si por la zona existen cotos de caza.
Indaga sobre los centros veterinarios más cercanos que haya en el municipio.
Procura evitar los lugares inestables para tu perro, como cornisas, puentes colgantes, vías ferrata, etc.
Pregunta acerca de la presencia de sombras, sobretodo si en la ruta elegida se prevén altas temperaturas.

Resistencia canina

Ten en cuenta la resistencia de tu perro; debes valorar la edad y el ejercicio que realice habitualmente; si el único entrenamiento que suele hacer son los paseos diarios por el barrio, no le pidas que de pronto se pegue una caminata interminable por parajes escarpados; si lo entrenas adecuadamente, quizás no será un perro Bernés de la montaña, pero seguro que llegará lejos y sano.

Microchip, placa y vacunas

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Es indispensable que tengas a tu perro identificado con el microchip y que los datos estén actualizados; no olvides ponerle la placa identificativa, será más rápido encontrarlo si se pierde. Por otro lado, en el monte es vital que tengas al peludo al corriente en sus vacunas; fuera de su hábitat acechan peligros que pueden evitarse si todo está al día.

Botiquín equipado

Cualquier excursionista que se precie no puede echarse al monte sin un botiquín de primeros auxilios, y menos si va acompañado de otro montañero de cuatro patas.

Es aconsejable que tu botiquín contenga:

Tiritas, gasas, desinfectante, vendas, esparadrapo, tijeras, pinzas, suero fisiológico, cremas para las almohadillas, antiinflamatorio, protector solar alto, insecticida contra los mosquitos.

Botines para almohadillas

Durante la excursión, es posible que no todo sea un camino de rosas; el monte es el monte y por ahí no pasan las apisonadoras asfaltando el terreno. Por lo tanto, seguro que alguna que otra piedra cortante encontrareis por el sendero. Las personas somos precavidas y solemos ir con el calzado adecuado, pero ¿y nuestros peludos? Los excursionistas peludos tienen a sus pies unos botines diseñados especialmente para proteger sus almohadillas.

Agua, comida y fruta

Por algo lo llaman el líquido elemento y es que, sin agua, no podemos vivir, ni siquiera llegar a la cima de una montaña en buenas condiciones. Así que no te olvides de él.

Ten presente que no siempre se encuentra agua potable por la montaña.
Recuerda llevar suficiente agua para el trayecto de ida y vuelta, tanto para ti como para tu perro.
Un bebedero portátil para tu can es muy práctico para las excursiones, ya que ocupa poco sitio y pesa poco.
Los perros tienen suficiente si comen una vez al día; para una salida de pocas horas, no es preciso llevar alimento sólido en la mochila.
Sí puedes incluir algo de fruta, como sandía, pera, manzana o plátano, le aportarán la energía e hidratación necesarias durante el trayecto.   

Vía Mascoteros

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