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¿Es la llegada de tu bebé un impedimento para conservar tu mascota?

Para muchos, bebés y mascotas no son compatibles, ya que lo consideran como algo anti-higiénico, insalubre y hasta peligroso. Recuerdo que al enterarme de mi embarazo iniciaron las preguntas sobre qué haría con mi perra. Muchos me aconsejaban regalarla o dejarla en otra casa por un tiempo hasta que el bebé crezca. Pero nunca les hice caso, porque para mí, Nina es parte de mi familia. Ante las “crecientes procupaciones” decidí informarme acerca del tema, para estar preparada por lo que aquí les comparto acerca de aquello que encontré y de mi propia experiencia con mi primer hijo y Nina.

¿Y si no lo quiere?

Cómo va a reaccionar nuestra mascota ante el bebé, es una de las principales preocupaciones por si le hace daño o se pone celosa. Aunque las mascotas puedan sentir que han perdido el protagonismo en casa y esto les ocasiona celos o depresión, hasta tornarlos un poco agresivos, pero no es algo que no se pueda prevenir, para lo que tenemos que ser conscientes sobre esto.

Es muy importante seguir dedicándoles tiempo, e intentar no cambiar tanto sus rutinas, mucho menos excluirlos de espacios o actividades de los que solían participar. La llegada de un bebé puede ser complicada, pero intentemos afrontarlo como “familia” para que todos se adapten de la mejor manera.

Entre las soluciones que podemos encontrar están: salir a pasear con el bebé en el coche y la mascota, que nos acompañe mientras alimentamos o jugamos con nuestro hijo. Al hacerlos partícipes querrán más al nuevo integrante y lo verán como algo positivo. Incluso es normal, que tengan una actitud protectora. Me pasa mucho que Nina no deja que desconocidos se acerquen a mi hijo cuando él hace siestas. Hasta hay veces en que ella “cuida su sueño” mientras aprovecha para domir una siesta también.

Antes de llevar al bebé a casa

Antes de exponer al bebé a la mascota debemos ser precavidos y preparla también:

  • Revisar que esté desparasitada y con antipulgas.
  • Mantener una buena higiene, que tenga un baño regular para que esté limpia.
  • Ser precavidos con el manejo de sus heces y orina.
  • Observar la interacción bebé-mascota, nunca dejarlos solos, para evitar accidentes. Por más buena que sea tu mascota, es un animal y los bebés más grandes pueden ser groseros, y en su afán de defenderse podrían hacerle daño.

¿Por qué sí tener una mascota?

Los beneficios de las mascotas para los bebés y niños pueden ser muchos. La exposición a perros y/o gatos disminuye el riesgo de presentar enfermedades alérgicas y de padecer infecciones de oídos y problemas respiratorios.

Además, no solo hay beneficios a nivel de su salud, sino también a nivel físico y emocional:

  • Los niños que han crecido con mascotas tienden a ser menos sedentarios ya que se incrementa su actividad física, al sacarlos a pasear, jugar con ellos, etc.
  • Una mascota es una fuente de estimulación constante para el bebé, sus ladridos o maullidos, su pelaje suave, sus movimientos y compañía.

….Fomentan la responsabilidad y la cooperación, ya que una mascota necesita ser cuidada y ellos deben ser parte de esto.

  • Disminuyen el estrés tanto en niños como adultos.
  • Aprenden desde pequeños a tener más respeto hacia los animales y el medio ambiente.

Que la llegada de tu bebé a casa no signifique olvidarse de la mascota, definitivamente este será un buen amigo de tu hijo si aprende a respetarlo y a cuidarlo. Todo esto facilitará una convivencia armoniosa de la familia.

Por Psic. Daniela Nugué
Máster en Asesoramiento Educativo y Familiar
Asesora en lactancia materna.

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