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Palabras para tener en cuenta y guardar en el corazón

Toda madre quisiera decirle a una hija algo que la ayude a tener una vida feliz. Aunque no siempre sea fácil, el mejor regalo podría ser una palabra que le ayude a tomar decisiones inteligentes, enfrentar tiempos difíciles y sacar lo mejor de sí misma.

Amigos

Las personas que te rodean tienen un gran impacto en tu vida para bien o para mal. Elige a tus amigos sabiamente y rodéate de personas que sean buenas y hagan lo correcto. No las evites aunque te pueda resultar algo incómodo estar cerca de ellas.

Aprende a amar y ser amado por aquellos con quienes te haces amigo. Las personas que te acompañan en la vida serán tu mayor apoyo. No subestimes el poder de la verdadera amistad e invierte tiempo en esas relaciones.

Valora especialmente tus amistades con otras mujeres. No dejes que se extingan esos vínculos y alimentalos con pequeños gestos. Te prometo que aunque pase el tiempo, cada encuentro lo sentirás como si hubieran estado juntas en todo momento.

Dinero

Entiende lo que es el dinero y cómo funciona. No es lo más importante en la escala de valores de tu vida y tampoco tu objetivo será incrementar sumas excesivas, pero estamos en un ambiente donde no tenerlo puede cerrarnos puertas. Es un medio que podrá serte muy útil, así como también lo será para aquellos que te rodean y quieras ayudar.

Ahorra dinero y empieza ahora. Guarda lo que puedas, incluso si eso significa hacer sacrificios. Con el tiempo las cosas se ponen difíciles y no quieres vivir en un estado de presión constante. Ten tus propios ahorros y tu jubilación. La vida es impredecible y no puedes dejar que te atrape sin estar preparada.

Cuando sepas que alguien sabe del tema, pídele consejos y sugerencias. Nunca apuestes en juegos de azar. Esos juegos han arruinado la vida de muchas personas. Cuando gastes dinero, gástalo en inversiones y experiencias, no en cosas. Y recuerda que tu salud y tu tiempo son las verdaderas riquezas, así que atesora el aprender a hacer dinero para que este trabaje para tí en lugar de que sea al revés.

Hombres

Es probable que te atraigan chicos que no son buenos para ti. Si ves que ese chico que te gusta no comparte tus principios o valores, no vale la pena. Podrías incluso pensar que puedes arreglarlo, pero no caigas en esa trampa. Aunque no lo parezca, hay muchos chicos buenos de los que puedes enamorarte.

Enfócate en consolidar una buena amistad y hazte preguntas importantes temprano: ¿te hace sentir atractiva? ¿te hace reír? ¿te anima a pasar tiempo con tu familia y amigos? ¿te alienta en tus sueños? ¿te ayuda a sacar lo mejor de tí? ¿puede ser un buen padre para tus hijos? Si la respuesta a alguna de estas preguntas es no, mira en otra dirección. No quieres encontrarte en una relación tóxica teniendo una familia y siendo madre más que esposa.

Elige tu amor de la misma manera que elegirías a tus amigos. Comprométete al máximo con él ante Dios y tus seres queridos. Aprende de él pero también enséñale, para crecer juntos. Se trata de encontrar a una persona con la que puedas formar una familia, con o sin hijos.

Maternidad

Las mujeres tenemos un espíritu maternal al que estamos llamadas a vivir con o sin hijos.

Un hijo es una gran responsabilidad. Prepárate para ello. Lo primero es conocer tu fertilidad. Aprende cómo funciona y protégela. No intentes interrumpirla o destruirla. Hay modos de saber cómo identificar los periodos de fertilidad sin recurrir a métodos invasivos. Tus hijos querrán ante todo tener una madre saludable.

Piensa cómo puedes asegurarles una vida digna y lucha por darles una situación mejor que la que tuviste. Valora a cada uno por quién es y esfuérzate porque hayan entendido una cosa sin dudarlo: de que son amados antes que nada.

Muchas mujeres optan por no tener hijos, y eso también está bien. Ve y crea algo para que puedas dejar un legado por el que tu familia sea recordada. Sé una excelente tía si tienes esa oportunidad y si no puedes tener hijos propios, da amor a niños que necesitan un hogar.

Profesión

Nadie nunca te pagará lo suficiente por tu trabajo. Siempre harás más de lo que recibirás. Busca algo que te edifique y en donde sientas que puedas hacer un aporte, ya que lo que hagas será el tiempo en el que destinas tu vida.

No siempre es fácil tener el camino claro, pero toma decisiones conscientes en cada etapa en la que te encuentres y no dejes que las circunstancias te arrastren hasta llegar a un punto en el que te preguntes cómo fue que terminaste allí. Atrévete a soñar y a trazarte objetivos.

Si amas los animales, encuentra el modo de tener un trabajo en una granja. Tal vez eso sea a través de la escuela veterinaria, pero tal vez no. No pierdas tiempo persiguiendo un fin que realmente no quieres. Se honesta primero contigo misma. La vida es ahora.

Si no necesitas un título universitario, omite la universidad y la deuda que conlleva. No vale la pena pasar gran parte de tu vida obteniendo algo que no te lleva a ninguna parte. Pero si decides ir a la universidad, no te detengas en una licenciatura. Consigue tu doctorado. Sigue todo el camino y haz que valga la pena.

Imagina cómo quisieras que sea tu vida adulta. Busca ayuda en otras personas más experimentadas, sé curiosa, emprende un viaje, interactúa con personas de todas las edades. Tómate el tiempo para aprender y no temas apuntar alto, no para el éxito monetario, sino para la felicidad.

Cuerpo y alma

Aprende a conocerte, a amarte y cuidarte en cuerpo y alma. No dejes que tu valor se reduzca solamente a tu apariencia física, pero tampoco descuides tu salud empezando por sonreír. Busca el equilibrio.

Ejercitarte y comer saludable te llevará a ser más fuerte y prevenir problemas de salud. Tómalo como una inversión para consumir menos medicamentos en el futuro. Corre y salta todos los días. Vive con esa conciencia. Algún día descubrirás que ya no puede hacerlo. Mantente activa mientras puedas.

Aprende a mirar tu interior, a buscar enriquecer tu alma. La vida será más clara si te conoces y aprendes a confiar en ti misma. Llénate de buenos hábitos que con el tiempo se transformarán en virtudes y no dudes en acercarte a la oración para pedir, pero también para agradecer. Sabrás que nunca estarás sola en cada paso que das.

Hazte experta en la humildad para reconocer los errores y avanzar. Celebra cada fracaso como una oportunidad para hacer las cosas mejor la próxima vez y llena tus días de amor buscándolo en todas sus formas. El amor es algo que se renueva a diario. No pierdas el enfoque. Al final de la vida, lo que importará será lo mucho o poco que hayas sido capaz de vivir el amor contigo y con los demás.

Por Cecilia Zinicola, vía Aleteia

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